Rusia y China vetarán cualquier intento de intervención militar en Siria
Los Gobiernos de Rusia y China aseguraron este
miércoles que vetaran, una vez más, cualquier iniciativa que contemple
una intervención militar extranjera en Siria, en el marco del Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas. Ambos países llamaron a la comunidad
internacional a que apoyen los esfuerzos del enviado especial Kofi
Annan.
El vicecanciller de Rusia, Guennadi Gatílov, anunció que su país utilizará su derecho a veto para evitar una intervención en Siria. "Siempre hemos dicho que rechazamos cualquier injerencia en el conflicto sirio, porque esto sólo agravaría la situación, sino también traería consecuencias imprevisibles, tanto para Siria como para toda la región".
El diplomático también destacó que se oponen a la celebración, en los próximos días, de una nueva sesión del Consejo de Seguridad para tratar el tema; y a cualquier otra medida de presión sobre la nación árabe.
"La declaración del Consejo de Seguridad sobre los trágicos acontecimientos en Houla, aprobada y publicada tras una sesión extraordinaria, celebrada por iniciativa de Rusia, ha sido una señal suficientemente fuerte a las partes sirias y es una reacción adecuada del Consejo a los últimos acontecimientos en este país", apuntó.
De esta manera, Rusia sale al paso a las propuestas planteadas el día martes por los gobiernos de Francia y Alemania.
El presidente francés, François Hollande, sugirió que apoyaría una intervención militar, siempre y cuando esté coordinada por el Consejo de Seguridad. Por su parte, la cancillería alemana solicitó la celebración de una nueva sesión del Consejo.
"Hay que dar una oportunidad a la realización del plan de paz de Kofi Annan y es importante que todos los jugadores externos, incluidos nuestros socios occidentales, influyan de la manera oportuna sobre la oposición (siria)", manifestó Gatílov.
Rusia considera "inaceptable que los dirigentes de la oposición, en representación del Consejo Nacional Sirio, llamen abiertamente a la lucha armada hasta que la ONU apruebe una intervención militar".
El veto de China
El portavoz de la Cancillería china, Liu Weimin, también reiteró que su país “se opone a la intervención militar y no admite cambio forzado de régimen". “La vía fundamental para resolver (la crisis) sigue siendo, para todas las partes, apoyar plenamente los esfuerzos de mediación de Annan", agregó.
Weimin también negó que China tuviera previsto expulsar a los diplomáticos sirios, como lo han hecho algunos gobiernos occidentales tras la masacre en la ciudad deHoula, el pasado 25 de mayo. "No está previsto impacto alguno sobre la embajada de Siria en China", afirmó.
Este martes se reunieron en Damasco el presidente Al-Assad y el enviado de la ONU. Tras el encuentro, Annan agradeció al Gobierno sirio por cooperar con los observadores internacionales y por iniciar una investigación a los hechso acontecidos en Houla.
En tanto, Al-Assad llamó a poner fin a las actividades terroristas en Siria, diciendo que el plan de paz de Annan tendrá éxito “sólo si el contrabando de armas y el terrorismo se acaban”.
En dos ocasiones previas, tanto Rusia como China han utilizado su derecho a veto en el Consejo de Seguridad para impedir el despliegue de acciones militares contra Siria. Entre sus argumentos, destacan que no quieren se perpetre otra masacre como la ocurrida en Libia, en el 2011".
El vicecanciller de Rusia, Guennadi Gatílov, anunció que su país utilizará su derecho a veto para evitar una intervención en Siria. "Siempre hemos dicho que rechazamos cualquier injerencia en el conflicto sirio, porque esto sólo agravaría la situación, sino también traería consecuencias imprevisibles, tanto para Siria como para toda la región".
El diplomático también destacó que se oponen a la celebración, en los próximos días, de una nueva sesión del Consejo de Seguridad para tratar el tema; y a cualquier otra medida de presión sobre la nación árabe.
"La declaración del Consejo de Seguridad sobre los trágicos acontecimientos en Houla, aprobada y publicada tras una sesión extraordinaria, celebrada por iniciativa de Rusia, ha sido una señal suficientemente fuerte a las partes sirias y es una reacción adecuada del Consejo a los últimos acontecimientos en este país", apuntó.
De esta manera, Rusia sale al paso a las propuestas planteadas el día martes por los gobiernos de Francia y Alemania.
El presidente francés, François Hollande, sugirió que apoyaría una intervención militar, siempre y cuando esté coordinada por el Consejo de Seguridad. Por su parte, la cancillería alemana solicitó la celebración de una nueva sesión del Consejo.
"Hay que dar una oportunidad a la realización del plan de paz de Kofi Annan y es importante que todos los jugadores externos, incluidos nuestros socios occidentales, influyan de la manera oportuna sobre la oposición (siria)", manifestó Gatílov.
Rusia considera "inaceptable que los dirigentes de la oposición, en representación del Consejo Nacional Sirio, llamen abiertamente a la lucha armada hasta que la ONU apruebe una intervención militar".
El veto de China
El portavoz de la Cancillería china, Liu Weimin, también reiteró que su país “se opone a la intervención militar y no admite cambio forzado de régimen". “La vía fundamental para resolver (la crisis) sigue siendo, para todas las partes, apoyar plenamente los esfuerzos de mediación de Annan", agregó.
Weimin también negó que China tuviera previsto expulsar a los diplomáticos sirios, como lo han hecho algunos gobiernos occidentales tras la masacre en la ciudad deHoula, el pasado 25 de mayo. "No está previsto impacto alguno sobre la embajada de Siria en China", afirmó.
Este martes se reunieron en Damasco el presidente Al-Assad y el enviado de la ONU. Tras el encuentro, Annan agradeció al Gobierno sirio por cooperar con los observadores internacionales y por iniciar una investigación a los hechso acontecidos en Houla.
En tanto, Al-Assad llamó a poner fin a las actividades terroristas en Siria, diciendo que el plan de paz de Annan tendrá éxito “sólo si el contrabando de armas y el terrorismo se acaban”.
En dos ocasiones previas, tanto Rusia como China han utilizado su derecho a veto en el Consejo de Seguridad para impedir el despliegue de acciones militares contra Siria. Entre sus argumentos, destacan que no quieren se perpetre otra masacre como la ocurrida en Libia, en el 2011".