Si bien la reacción internacional fue en general de condena al nuevo
gobierno, no llamó la atención que una de las primeras muestras de
solidaridad y reconocimiento llegase ayer por parte de la Iglesia
Católica. El ex obispo Lugo no tuvo nunca el apoyo eclesiástico. Su
adhesión a la Teología de la Liberación y su controvertida vida
personal, con varias parejas e hijos no reconocidos, le restaron mucho
respaldo entre los purpurados.
(Nota del comentador: ellos prefieren a los curas pedófilos)
Sigue:
El propio presidente de la Conferencia Episcopal,
monseñor Claudio Giménez, se había presentado el pasado jueves en el
Palacio de Gobierno para pedirle a Lugo la renuncia y evitar un
"derramamiento de sangre". Las autoridades eclesiásticas bendijeron ayer
entonces los cambios en el Palacio Mariscal López.
Franco
inició ayer su primer día de trabajo con una entrevista con el nuncio
apostólico, Eliseo Ariotti, quien como embajador del Vaticano señaló que
la visita fue para "honrar a las autoridades del país".
"Es un don de Dios, pero también de los hombres y de
los paraguayos el reconstruir. Voy a leer mi mensaje en la misa, estamos
honrando a las autoridades de este país, como conviene al cuerpo
diplomático, que ha sido invitado para una visita de cortesía", agregó
Ariotti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario