Hace mucho no visitaba El Pais, el órgano de la CIA que trasmite desde España, regularmente. Este medio tóxico, cómplice de genocidios en masa que deberían ser investigados si hubiera una corte penal internacional no adicta a los fondos buitres reconoce ya sin embargo y desfachadamente, en el fragor de campaña carnicera a favor de una nueva guerra, (hoy contra Siria, y mañana, si se lee sus titulares apestosos, contra Bolivia), las habituales y cínicas ilegalidades internacionales. A esto se refiere el extracto que ahora extraigo, tapándome la nariz, de la bolsa pestilente que nos trae este medio realmente satánico, sin exagerar: miren sino su trayectoria de peón de la guerra sucia. Va esta nueva pústula, que es en si mismo un reconocimiento del propio mecanismo envenenamiento de la información probadas con reiteración soporífera y mortífera. Se reconoce abiertamente, lo que al principio fue negado contundentemente, con rabia democrática por esta clase de escribas de los fondos buitres cuando EU y la UE necesitaban darle alguna entidad al infundio que atribuia al gobierno de Siria atacar a "manifestaciones pacíficas y desarmadas". Un rosario de infundios seguidos de reconocimientos cínicos, lo que ya es la manera, the way of my life de la archiguerra de la recontraintoxicación, a la que el inescrutable Ban Kim in de Moon no condena, sin embargo. El libelo de la guerra santa del neoliberalismo, El Pais, publica el día de hoy:
"En total 13 generales, según la contabilidad oficial turca, han
“traicionado” al régimen de Bachar el Asad desde que estalló la rebelión
hace 15 meses. También lo han hecho varios miles de soldados o de
jóvenes llamados a filas. Se carece de una estimación fiable sobre su
número".
(un pequeño comentario aún: ¿Será verdad o mentira del ministerio de guerra de la OTAN? Y a continuación el párrafo que debería servir para probar ante un tribuna penal la cómplice toxicidad de estos medios de propaganda, que anteriormente negaban a rajatabla):
"No todos se han incorporado al Ejército Libre de Siria (ELS), que
desde el este de Turquía lucha contra las fuerzas del presidente El
Asad. Arabia Saudí quiere animarles a apuntarse a las filas de este
ejército en gestación desde finales de 2011.
Junto con Catar, las autoridades saudíes se disponen a sufragar los sueldos de los hombres del ESL, según reveló el viernes el diario británico The Guardian. Otro rotativo, The New York Times,
señaló el jueves que esos dos países árabes, junto con Turquía,
compraban armas que entregaban a los rebeldes sirios. Ankara desmintió
la información".
Ankara no tiene cara ni morro, igual que Catar, o el rey absolutista de Arabia Saudita: el premio nobel de la paz, ya sabemos todos quien, está detrás de todo esto, junto a sus secuaces europeos, siempre dispuestos a la orden, al abordaje, al pillaje colonialista.
El Pais, en este contexto, es un dechado de socio socialdemócrata, tan agresivo como hipócrita.
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