miércoles, 23 de noviembre de 2011

NUEVA MENTIRA EN CONSTRUCCION LLEVA A LA OPINION PUBLICA MUNDIAL A OTRO ENGAÑO


Traducción por S. Seguí (Democracy Now y Cubadebate)

Mientras Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá tienen previsto anunciar en estas fechas un conjunto coordinado de sanciones contra la industria del petróleo y petroquímica de Irán, el veterano periodista de investigación Seymour Hersh cuestiona el creciente consenso sobre el supuesto programa iraní de armas nucleares.
La presión internacional ha ido en aumento contra Irán desde que la Agencia Internacional de Energía Atómica reveló en un informe las “posibles dimensiones militares” de las actividades nucleares de Irán, citando pruebas “creíbles” que “indican que Irán ha llevado a cabo actividades relacionadas con el desarrollo de un artefacto explosivo nuclear”. En su último artículo para el blog del The New Yorker, titulado “Irán y el OIEA” (1), Hersh afirma que el reciente informe es un “documento político”, no un estudio científico.
Amy Goodman: Hoy, Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá tienen previsto anunciar un conjunto coordinado de sanciones contra Irán. ABC News y el Wall Street Journal informan que las sanciones irán dirigidas contra la industria del petróleo y petroquímica de Irán. La semana pasada, el presidente Obama advirtió de que no se han excluido ningún tipo de opciones.
    Barack Obama: Las sanciones tendrán efectos drásticos y enorme alcance, y estamos construyendo una plataforma que ya ha sido establecida. La pregunta es, ¿existen medidas adicionales que podemos tomar? Vamos a explorar todas las vías para ver si podemos resolver este asunto diplomáticamente. He dicho muchas veces, y lo confirmo hoy, que no estamos excluyendo ninguna opción.
Amy Goodman: La presión internacional sobre Irán ha ido en aumento desde que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) reveló en un informe -cito textualmente - “las posibles dimensiones militares” de sus actividades nucleares. EL OIEA dijo que había pruebas “creíbles” e indicó [que] “Irán ha llevado a cabo actividades relacionadas con el desarrollo de un dispositivo nuclear explosivo.” Asimismo, el OIEA aprobó una resolución el pasado viernes, expresando su “creciente preocupación” por el programa nuclear de Irán de acuerdo con las conclusiones del informe.
El presidente del Parlamento de Irán, Alí Larijani, anunció ayer que Irán revisará sus relaciones con el OIEA como consecuencia del informe. Larijani indicó que podría resultar difícil para Irán seguir cooperando con el organismo de control nuclear.
    Alí Larijani: Si este organismo actúa en el marco de la Carta lo aceptamos, como miembros de las Naciones Unidas, y cumpliremos con nuestras responsabilidades. Pero si la agencia pretende desviarse de sus responsabilidades, entonces no debe esperar cooperación de la otra parte.
Amy Goodman: Palabras del presidente del Parlamento iraní. Mientras tanto, algunos iraníes han expresado el deseo de una mayor cooperación con el OIEA.
    Saíd Bahrami: Teniendo en cuenta el hecho de que el gobierno ha hecho un montón de aclaraciones, sería mejor que aumentara su cooperación con el OIEA y que éste vea por sí mismo, de cerca; con lo que no habría pretexto para las grandes potencias.
Amy Goodman: La semana pasada, el Pentágono confirmó que ha recibido nuevas bombas anti-búnker -bunker-busting bombs- de alto poder destructivo, capaces de destruir sitios subterráneos, incluidas las instalaciones nucleares de Irán. Estas bombas, de cerca de quince toneladas de peso, tienen seis veces el tamaño del actual arsenal anti-búnker de la Fuerza Aérea.
Las nuevas sanciones contra Irán son también una continuación de las denuncias estadounidenses del mes pasado en el sentido de que funcionarios iraníes estuvieron involucrados en un frustrado complot para matar al embajador saudí en Washington. EE.UU. tiene previsto anunciar hoy que el sector financiero de Irán constituye una “preocupación de primer orden en materia de lavado de dinero.” Esta frase desencadena una disposición de la USA Patriot Act que advierte a las empresas europeas, asiáticas y latinoamericanas que se les podría impedir hacer negocios con Estados Unidos si continúan trabajando con Irán.
Así pues, para hablar más sobre las sanciones y las implicaciones del informe del OIEA, nos vamos a Washington, DC, para hablar con el periodista de investigación, ganador del Premio Pulitzer, Seymour Hersh, que ha estado informando sobre Irán desde hace una década. Su último trabajo para el blog del The New Yorker, se titula “Irán y el OIEA” y se puede leer en ese sitio (1).
Bienvenido a Democracy Now!, señor Hersh. Háblenos de lo que usted considera que debería saberse sobre lo que está pasando en Irán en este momento en lo que respecta al sector de la energía nuclear.
Seymour Hersh: Bueno, usted ha mencionado Iraq. Es precisamente eso, casi el mismo tipo de… no sé si llamarlo “psicosis”, pero es una especie de mundo de fantasía que se está construyendo allí, como se construyó en Iraq, el mismo tipo de… se trata de lecciones no aprendidas, obviamente. Mire, he estado escribiendo sobre Irán y podría decirle que desde 2004, con George Bush, y en particular con su vicepresidente, Cheney, estábamos…
Cheney estaba particularmente preocupado por que hubiera centros secretos de construcción de un arma atómica, lo que es muy diferente al simple enriquecimiento. Tenemos enriquecimiento de uranio en Irán. Ellos mismos lo han reconocido, tienen inspectores allí, hay cámaras allí, etc. Irán es un país signatario del Tratado de No Proliferación y nadie les está acusando de hacer trampas. De hecho, ese último informe que tanto ha conmocionado a todos dice también que, una vez más, no han encontrado ninguna evidencia de que Irán esté desviando el uranio que está enriqueciendo. Y también que lo está enriqueciendo básicamente a niveles muy bajos para fines pacíficos, según dicen, un 3,8 por ciento. Así pues, hay un pequeño porcentaje enriquecido al 20 por ciento para uso médico, pero eso es bastante pequeño y también está bajo las cámaras, bajo inspección.
Lo que tenemos es que en aquellos días, en los años 2004, 2005, 2006, 2007, hasta el final de su mandato, Cheney mantuvo su Mando conjunto de operaciones especiales (Joint Special Operations Command - JSOC) que envía equipos al interior de Irán. Trabajan con diferentes grupos de la disidencia -azeríes, kurdos, incluso jundallah, que es un grupo sunita de oposición muy fanático- y hacen todo lo posible para tratar de encontrar pruebas de una instalación subterránea no declarada. Monitoreamos todo, ejercimos una vigilancia increíble. En aquellos días, lo que hicimos entonces, podemos incluso mejorarlo hoy día. Y algunas de estas cosas son muy técnicas, muy secretas, pero te puedo asegurar que no hay muchas cosas que puedes hacerse en estos momentos en Irán sin que nos enteremos de alguna manera. No han encontrado nada. Nada. No hay evidencia alguna de armas. En otras palabras, no hay pruebas de que haya instalaciones para construir la bomba. Tienen instalaciones para enriquecer, pero no instalaciones separadas para construir una bomba. Esto es así, simplemente es un hecho. No lo hemos encontrado, si es que existe. Sigue siendo una fantasía. Todavía queremos pensar -mucha gente piensa en efecto- que exista.
El gran cambio, en las últimas semanas, fue que el OIEA salió con un nuevo informe. Y no es un informe científico, es un documento político. Recoge muchas de las viejas acusaciones que se han hecho en los últimos años, acusaciones que fueron examinadas por el OIEA, bajo la dirección de Mohamed El-Baradei, que dirigió el OIEA durante 12 años, el egipcio que ganó un Premio Nobel de la Paz por su trabajo, alguien muy escéptico respecto a Irán al principio y que fue haciéndose menos escéptico a medida que Irán se fue abriendo más y más. Sin embargo, hay ahora nuevo director del OIEA, un funcionario japonés llamado Amano, perteneciente a un partido japonés de derechas. Estoy seguro de que es un hombre honorable, que se cree lo que dice creer. Pero resulta que tenemos una serie de documentos que WikiLeaks consiguió de la embajada estadounidense en Viena, una de las embajadas en Viena, informando de lo maravilloso que era que Amano estuviese allí. Esto es del último año. Estos documentos fueron publicados por el grupo de Julian Assange y son muy importantes, porque lo que dicen los documentos es que Amano ha prometido lealtad a Estados Unidos. Tengo entendido que fue elegido siendo un candidato marginal. Los estadounidenses lo apoyamos mucho. Hicieron falta seis votaciones. Todo el mundo lo consideraba débil, pero nosotros seguimos apoyando su candidatura al puesto. Y conseguimos que lo pusieran allí. Él respondió dándonos las gracias y afirmando que comparte nuestros puntos de vista, que comparte nuestros puntos de vista sobre Irán. Él va a hacer… básicamente… era toda una expresión de amor. Él va a hacer lo que nosotros queramos.
Este nuevo informe no dice nada nuevo. Esto no lo digo yo. Está en el artículo que hice para el blog del New Yorker… tiene más información. Hablé con ex inspectores. Son voces distintas de las que se leen en el New York Times y el Washington Post. Hay otras personas de las que no se informa, que son mucho más escépticas sobre este informe pero que no los vemos en la cobertura de la noticia. Así que lo que estamos recibiendo, aquí en la prensa diaria mayoritaria, es una pequeñita porción del análisis de este informe. Hay un análisis completamente diferente, que se resume en estas palabras: muy poco de nuevo.
Y la forma en que funcionan estas cosas, Amy, es también vieja. Un informe que aparece en un periódico de Londres, que resulta ser falso, que resulta ser propaganda, lanzado por nosotros o por servicios secretos europeos, no está claro… Todo esto sucedió, si recordamos bien, con la historia de Ahmed Chalabi, durante la preparación para la guerra en Iraq, todo esto, ya sabes, los grandes arsenales grandes que existían en el interior de Iraq. El mismo tipo de propaganda que se está utilizando ahora se ha visto en los últimos años, en la última década, en varios periódicos. El OIEA lee estas cosas y decide que no es verdad… que es un montaje, o que al menos no está fundamentado en nada que ellos conozcan. Todos estos informes antiguos, creo que con la excepción de un nuevo estudio que fue puesto publicado el OIEA… había probablemente 30 ó 40 documentos antiguos, con sólo tres posteriores a 2008, todos los cuales son, según muchas personas dentro del OIEA, montajes que no merecen casi ninguna confianza. Así que ahí estamos.
Amy Goodman: Así que, Hersh, nos dice usted que no es información nueva. Que se trata de un nuevo jefe del OIEA, que es lo que hace la diferencia. ¿Puede hablarnos más sobre la infiltración de EE.UU. en Irán, el JSOC en Irán, la vigilancia sobre Irán?
Seymour Hersh: Por supuesto. Es decir, el tipo de cosas que hacían. Te podría decir cosas que eran secretas ocho, nueve años atrás. Por ejemplo, si había una instalación subterránea que pensábamos que era… en la que veíamos movimientos de excavación, digamos, en una zona de montaña, poníamos en el camino, cuando había camiones arriba y abajo de la carretera, poníamos a lo largo de la carretera lo que aparentaban ser piedras. De hecho, eran sensores que podían medir el peso de los camiones que entraban y salían. Si un camión entraba ligero de peso y salía con carga se podía suponer que estaba saliendo con tierra, que estaban excavando. Hacíamos este tipo de control.
También hemos puesto todo tipo de contadores pasivos, de medidores de radiactividad. Uranio, incluso plutonio… la mayor parte del material que manejan es uranio enriquecido. No están fabricando plutonio. Sin embargo, se le puede seguir el rastro porque en un momento dado hay que moverlo. Una vez se saca y se empieza a transportar, se puede rastrear. Es fácil encontrar contadores Geiger, si se quiere, para usar ese término pasado de moda. Se puede medir la radiactividad y ver si hay aumento. En ocasiones, entrábamos en un edificio -nuestras tropas quiero decir, a veces incluso con estadounidenses-, un edificio en Teherán, donde se pensaba que había algo sospechoso en marcha, organizábamos un tumulto en la calle, mientras sacábamos unos cuantos ladrillos y colocábamos otros con un contador Geiger, si se quiere, o un dispositivo de medición para ver si en ese edificio se estaban haciendo algún tipo de enriquecimiento que no conociéramos.
Y también tenemos una capacidad increíble de buscar aberturas de ventilación desde el aire, desde los satélites. Si usted está construyendo una instalación subterránea, tiene que ventilarla. Tiene que conseguir que entre aire limpio. Que se elimine el aire contaminado y que entre aire fresco. Así que, tenemos chicos que son expertos, gente tremenda incrustada en la comunidad. Algunos de ellos se retiraron y crearon una empresa privada para llevar a cabo esta misión. Ellos monitorizan la vigilancia aérea en busca de aberturas de ventilación, a fin de encontrar un patrón, tratar de encontrar un patrón, de una instalación subterránea. Nada. No se encontró nada.
Y lo más importante es que nosotros y el OIEA, incluso también este nuevo informe, afirmamos que -permítanme hacer hincapié en esto- si no se está desviando uranio, si no está desapareciendo uranio de los libros y se está transportándolo a escondidas a otro lugar a fin de construir la bomba -y en este sentido el OIEA es absolutamente categórico- todo lo que se están enriqueciendo, cualquiera que sea el porcentaje al que lo enriquezcan, está bajo la vigilancia de las cámaras y la inspección de los inspectores. Todo está abierto, en virtud del Tratado, el tratado de salvaguardia. Nadie está acusando a Irán de violar el Tratado. Sólo los acusan de hacer trampas al margen, o de que hay alguna prueba de que las están haciendo. Y no ha habido evidencia de un desvío. Así que si usted va a hacer una bomba, va a tener que traer el uranio de otro lugar. Y teniendo en cuenta el tipo de vigilancia que tenemos, esto va a ser difícil de conseguir, importarlo de un tercer país, traer el uranio y enriquecerlo, o traer uranio enriquecido. Es sólo una posibilidad remota.
Y lo que tenemos es, como ya he dicho, una especie de histeria, la misma que había sobre Iraq que vuelve sobre Irán. Y esto no es un alegato en favor de Irán. Hay un montón de cosas que los iraníes hacen y que son inaceptables, la manera en que tratan a la disidencia, etc. etc. Así que sólo estoy hablando en el contexto de la algarabía que se está montando. Y en cuanto a las sanciones se refiere, disculpen pero hemos estado sancionando a Cuba durante 60 años, y Castro… ya sabes, puede que esté enfermo, pero todavía está allí. Las sanciones no van a dar resultado. Estamos ante un país que produce petróleo y gas, cada vez menos pero sigue habiendo mucho. Y tienen clientes en el Lejano Oriente. Los iraníes tienen compradores de su energía. Nosotros somos los perdedores en este asunto.
Amy Goodman: ¿Podemos comparar el gobierno de Obama con el de Bush en lo que respecta a Irán?
Seymour Hersh: No puedo encontrar una comparación. Lo mismo, un poco menos belicoso, pero lo mismo… Tengo razones para creer que, a diferencia de Bush, el presidente Obama está realmente preocupado por un ataque. No quiere que los israelíes bombardeen Irán. Ese es el tipo de discurso que hemos estado leyendo en la prensa últimamente.
Y hay nuevos artilugios, como usted mencionó, bombas de 14.000 kg, construidas por Boeing, creo. El problema es que la mayoría de las instalaciones de Irán, las que conocemos, las instalaciones declaradas para ser inspeccionadas con cámaras, un lugar llamado Natanz, están a 20 ó 25 metros bajo tierra. Y tendríamos que lanzar un montón de bombas para hacerle algún daño de consideración. Por supuesto que podríamos dañarlo, pero el costo a nivel internacional sería tremendo. La justificación para ir y bombardear es tan vaga y tan nimia. Se han hecho estudios, estudios técnicos del MIT y otros lugares, que muestran que el gobierno israelí también ha participado con sus científicos en estos estudios, que muestran que sería muy difícil hacer un daño significativo dada la profundidad de las instalaciones subterráneas. Pero se sigue oyendo hablar de este asunto.
Además, mira, este presidente no ha dicho nada acerca de lo que está pasando otra vez en la plaza Tahrir. Estamos mudos. Ha estado mudo ante este tipo de belicosidad. Pero mi opinión, a partir de información interna, él comprende mejor estos asuntos. Creo que lo que hay ahora es un juego político para hacerlo aparecer como un duro. Ya sabes, todo el mundo va detrás del voto independiente. No sé por qué. No sé por qué es tan importante ir tras personas que no pueden decidir si son demócratas o republicanos, pero parecería que estamos jugando a eso.
Amy Goodman: Bueno, pasemos a la respuesta de Israel al informe del OIEA. Ayer, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, dijo en una entrevista con la CNN ha llegado el momento para lidiar con Irán. Cuando se le preguntó concretamente si Israel atacaría a Irán, respondió así:
    Ehud Barak: No creo que sea un tema de debate público. Pero te puedo decir que el informe del OIEA ha tenido un impacto preocupante en muchas partes del mundo, en los líderes y la opinión pública. Y la gente entiende que ha llegado el momento. Amano reveló sin ambages lo que encontró, a diferencia de Baradei. Y se ha convertido en un problema importante, que creo que se ha convertido, correctamente, en un motivo importante de sanciones, de intensa actividad diplomática, con carácter de urgencia. La gente entiende ahora que Irán está decidido a conseguir armas nucleares. No hay otra explicación posible o concebible para lo que han estado haciendo. Y es preciso pararlo.
Amy Goodman: He aquí al ministro de Defensa israelí, Ehud Barak. ¿Su respuesta?
Seymour Hersh: Bueno, lo que me pone nervioso es que Barak y Bibi, Bibi Netanyahu, estén de acuerdo en esto. Ellos no están siempre de acuerdo en muchas cosas. Ambos están de acuerdo, y esto es preocupante porque, de nuevo, es un tema político. El país se está derechizando rápidamente; Israel, por supuesto. Y yo sólo puedo decir que también he hablado, por desgracia, de que las reglas del juego están tan mal en Israel. No no lo puedo escribir, pero he hablado con gente de muy alto nivel en los servicios de inteligencia de Israel. Si te fijas, no se oye mucho sobre eso, pero el ex jefe del Mossad, Meir Dagan, que dejó su puesto -el hombre que orquestó los intentos de asesinato en Dubái, etc., es decir, no una paloma precisamente- ha afirmado con toda vehemencia la locura que significa atacar Irán, con el argumento de que no está claro lo que tienen. Están sin duda muy lejos de la bomba. Israel ha estado diciendo desde hace 20 años que están a seis meses de fabricar una bomba.
Pero te puedo decir que he hablado con altos funcionarios israelíes, en Israel, que me han dicho, que están al corriente de que Irán, tal como informaron los servicios de inteligencia estadounidenses, creo que fue en 2007, en su informe National Intelligence Estimate (Estimación de inteligencia nacional - NIE), dijo, en esencia, que Irán pretendió conseguir la una bomba. Irán sufrió una guerra de ocho años con Iraq, una guerra terrible, de 1980 a 1988, en la que, por cierto, Estados Unidos se puso del lado de Iraq, de Saddam Hussein en ese momento. Entonces Irán, en los años siguientes, comenzó a preocuparse por los rumores lanzados por Iraq sobre la construcción de un arma nuclear, lo que parecía viable en ese momento, digamos en 1987; pero de 1997 a 2003 nada de nada, según afirmó el NIE estadounidense en 2007, aumentado en 2011. Escribí sobre ello hace un año en The New Yorker, afirmando que sí, que Irán contempló la fabricación de una bomba, pero de ninguna manera -sabían que no podían- como disuasión ante Estados Unidos o Israel. No son tontos. La sociedad persa tiene ya alrededor de veinte siglos. No nos pueden disuadir. Tenemos demasiadas bombas. Ellos pensaron que quizás podían disuadir a Iraq. Después nuestra invasión y ocupación de Iraq en 2003 se detuvieron. Así que habían hecho algunos estudios. Estamos hablando de modelos de computadora, etc. no de edificios. Sin duda abrigaban la idea de conseguir una bomba o llegar al punto en el que tal pudieran fabricar una. Lo hicieron, pero se detuvieron en 2003.
Hasta ahí el consenso americano. Y los israelíes te dirán en privado, “Sí, estamos de acuerdo.” Abandonaron la mayor parte de su planificación, incluso sus estudios, en 2003. La posición israelí es que no se detuvieron porque vieran lo que hicimos en Iraq, sino porque -según me dijo un general israelí- lo poco que nos llevó destruir Iraq. Hicimos en tres semanas, lo que ellos no pudieron hacer en ocho años. Ellos pensaban que serían los próximos. Sin embargo, el consenso era que sí, que se detuvieron. Y además, si usted le pregunta a gente seria, israelíes inteligentes de los servicios secretos -y hay muchos- “¿de verdad cree que si consiguen la bomba -y no tienen una ahora- podrían atacar Tel Aviv?” la respuesta sería, “¿crees que están locos? Los incineraríamos. Por supuesto que no. Ellos llevan ahí 2.000 años. Eso no va a suceder”. Su temor es que les facilitasen la bomba a alguien más, etc.
Pero hay un elemento de racionalidad de la comunidad de inteligencia israelí que no está siendo expresado por sus dirigentes políticos. Es la misma locura que tenemos aquí. Hay un elemento de racionalidad en nuestra comunidad de inteligencia que dice -en 2007 y lo ha dicho de nuevo el año pasado- que no tienen la bomba. No la están fabricando. Está en la NIE, dieciséis organismos están de acuerdo, dieciséis a cero en una votación interna; antes de eso, hicieron una actualización en el año 2011 del estudio de 2007 y llegaron al mismo lugar. No hay nada. Eso no quiere decir que no tengan sueños. Esto no significa que los científicos no hagan estudios informatizados. Esto no quiere decir que los físicos de la Universidad de Teherán no hagan lo que a los físicos les gusta hacer, escribir artículos y hacer estudios. Pero simplemente no hay evidencia de ningún esfuerzo sistemático para pasar del enriquecimiento de uranio a la fabricación de una bomba. Es un proceso enorme, difícil. Usted tiene que tomar un gas muy caliente y convertirlo en metal y luego hacer de él un núcleo. Y usted tiene que hacer eso por control remoto, ya que no hay manera de acercarse a estos materiales. Te mataría. Así es de radiactivos.
Mira, yo soy una voz solitaria. Y sabes hasta qué punto es cuidadoso The New Yorker con lo que publica, incluso en una entrada de un blog. Ese artículo fue comprobado y vuelto a comprobar. Y cito a personas concretas, por ejemplo a Joe Cirincione, un estadounidense que ha estado involucrado en cuestiones de desarme durante muchos años. Son voces diferentes de las que estamos leyendo en los periódicos. A veces me ofende tener que leer siempre las mismas voces en el New York Times y el Washington Post. No leemos a persona con puntos de vista diferentes. Y las hay, no sólo dentro de la comunidad de inteligencia estadounidense sino también dentro del OIEA en Viena. Hay muchas personas que no pueden soportar lo que Amano está haciendo, y… Básicamente, recibo correos electrónicos. Además el artículo salió, se puso, creo, en fin de semana. Y me envían mensajes de correo electrónico, como locos, gente del interior que me dice: “¡Así se hace!” Estoy hablando de dentro del OIEA. Es una organización que no tiene tratos con la prensa, pero que en el interior están muy preocupados por la dirección que Amano está tomando.
No es un estudio científico, Amy. Es un documento político. Y es un documento político en el que Amano está jugando nuestro juego. Y es el mismo juego que los israelíes están utilizando, igual que los contrarios a Irán. Y me gustaría que pudiéramos separar nuestros sentimientos acerca de Irán y los mulás y lo que ocurrió con los estudiantes a partir de 1979 de la realidad, que es que creo que hay una posibilidad muy seria de que los iraníes seguramente nos darían el tipo de inspecciones que queremos, en a cambio de un poco de cariño: poner fin a las sanciones y ofrecer un respeto que ellos insisten en que quieren obtener de nosotros. Y no está sucediendo con este gobierno.
Amy Goodman: Seymour Hersh, quiero darle las gracias por estar con nosotros. Su último trabajo se halla en el blog de The New Yorker. Se titula “Iran and the IAEA” (Irán y el OIEA.)

lunes, 21 de noviembre de 2011

La conspiración de los bancos contra la democracia

Bancos de EEUU pagarían 850 000 dólares para desprestigiar a Occupy Wall Street

 
msnbc
Grupos de cabildeo vinculados a los bancos propusieron un plan de 850 mil dólares para atacar al movimiento Ocupa Wall Street y a los políticos que lo apoyan, informó la cadena de televisión estadounidense MSNBC.
Según un memo de cuatro páginas, publicado por MSNBC, la firma de Washington Clark Lytle Geduldig & Cranford (CLGC) propone a la Asociación de bancos estadunidenses (ABA) llevar a cabo una investigación de Ocupa Wall Street (OWS) para construir un discurso negativo sobre el movimiento y quienes lo apoyan, con el fin de difundirlo en los medios, reportó la agencia de noticias AFP.
El texto indica además que el plan de 60 días pretende vigilar y analizar las redes sociales.
“Quizá sea fácil rechazar al OWS como un grupo de manifestantes desordenados, pero está demostrado que deberían ser tratados como competidores organizados, muy hábiles y capaces de hacer mover a los medios (…) Para contrarrestar esto, tenemos que hacer lo mismo”, escribió CLGC.
El movimiento Ocupa Wall Street, que surgió hace dos meses en Nueva York, está integrado principalmente por jóvenes que se manifiestan contra la codicia del capitalismo y la especulación. Sus planteamientos son frenar la desigualdad social y poner coto al poder económico-financiero de las grandes corporaciones.
El movimiento se ha instalado en plazas de varias ciudades del país, algo que para algunas autoridades constituye una amenaza para la seguridad pública.
El pasado jueves 17 se cumplieron dos meses de la protesta juvenil, día en el que se registró la mayor movilización de apoyo en varias ciudades de Estados Unidos.
Según los organizadores, que citaron cifras de la policía, unas 32 mil 500 personas se dieron cita en el sur de Manhattan. Pero no sólo Nueva York se movilizó. De acuerdo con OWS, al menos 30 ciudades del país y el mundo entero participaron en la jornada de acción global. Los Ángeles y Oakland, en California, Portland, Oregon y en Washington son algunos de los lugares donde el jueves se registraron las manifestaciones anti-Wall Street.
Ante la fuerza que ha tomado el movimiento, ayer se difundió la propuesta de la firma Clark Lytle Geduldig & Cranford (CLGC) para la asociación de banqueros, titulado Occupy Wall Street Response (Respuesta al movimiento Ocupa Wall Street), la cual delinea un plan que incluye monitoreo de redes sociales, encuestas, investigación sobre los sectores opuestos al movimiento, además de una intensa publicidad para desacreditar al movimiento.
El memorando de cuatro páginas difundido en Internet argumenta que algunos de los principales estrategas del Partido Demócrata han comenzado a discutir abiertamente los beneficios de aceptar el creciente y cada vez más organizado movimiento social, para prevenir futuras victorias republicanas en el Congreso y en la Casa Blanca.
Hemos visto, añade la firma de abogados en el memorando, que se está dando en ese país un proceso de adoptar posiciones extremas para aumentar la base de votantes, incluyendo los que participaron en el debate de inmigración 2005-2006. Esto significaría más que una molestia política de corto plazo para las firmas deWall Street, indica el grupo CLGC.
Y alerta: si esto ocurre, algunas compañías del sector llegarían a convertirse indiscutiblemente en el centro de una campaña de los demócratas (del Partido Demócrata) coordinada, con un gran potencial de impactar en políticas públicas en el largo plazo, en normas de regulación y con impactos financieros sobre las compañías de Wall Street.
La firma que elaboró la propuesta para desprestigiar a OWS menciona que no debería sorprender que el Partido Demócrata e incluso el equipo de campaña para la relección del presidente Barack Obama haría campaña contra WallStreet en este ciclo. Sin embargo, agrega, la mayor preocupación debiera ser que los republicanos no defiendan a las compañías de Wall Street y que incluso comenzaran a atacarlas también.

Canalizan frustración

Algunas firmas bien conocidas de Wall Street se han convertido en el nexo que une a los manifestantes de OWS como a los seguidores del Tea Party (movimiento conservador de derecha) y ambos grupos están canalizando la amplia frustración sobre el estado de la economía y compartiendo el mutuo disgusto acerca del programa de rescate bancario (TARP, por sus siglas en inglés, que se implementó tras la crisis financiera surgida en 2008 durante el gobierno de George W. Bush y que continuó en la administración de Barack Obama) y otros rescates.
Esta combinación, alerta la firma de Washington Clark Lytle Geduldig & Cranford, tiene el potencial de ser explosivo a finales del año, cuando los medios reporten la próxima ronda de bonificaciones (a los banqueros) y el contraste con las millones de historias de los estadunidenses que ganarán menos en esta temporada de fiestas.
Los estrategas demócratas han identificado el movimiento Ocupa Wall Streetcomo una forma de aprovechar esta ira populista, añade. Y como ejemplo, cita CLGC, el diario Los Angeles Times reportó que Robby Mook, el director ejecutivo del Comité Demócrata de Campaña del Congreso, escribió un correo electrónico de apoyo al movimiento social, en el que dice:
Los manifestantes se reúnen en Nueva York y en todo el país para que los multimillonarios, las grandes petroleras y los grandes banqueros sepan que no vamos a permitir que la fuerza del uno por ciento de los más ricos impongan draconianas políticas económicas y masivos recortes a cruciales programas para la población.
Ellos, añade en referencia a los estrategas de campañas políticas, están ensayando algunos mensajes y desarrollando planes para desplegarlos tanto en anuncios como en las redes sociales y los grandes medios de comunicación este mismo año. El foco de esas campañas, anticipa la firma de abogados en su propuesta a los banqueros, puede ser señalar al sector de servicios financieros y en particular a las grandes firmas de Wall Street, como responsables de los problemas económicos que enfrenta el país y la clase media estadunidense. Menciona a una estratega política de los demócratas, Celinda Lake, quien -según el escrito- ha reconocido el enorme potencial político que tiene capitalizar ese tipo de mensajes.
El documento describe y propone a los banqueros algunas acciones para desprestigiar al movimiento OWS. Entre ellos cita:
Monitoreo de las redes sociales, para identificar mensajes extremos e ideas que atacan a la industria financiera estadunidense, así como anticipar las tácticas de OWS. La idea, dice, es auditar las plataformas sociales más activas en la red.
El documento también propone que en los medios de comunicación se hagan amplios análisis de OWS y sus líderes; que se realice una búsqueda exhaustiva y se obtengan historiales de participantes del movimiento que incluya información civil y penal, historia de juicios, registros de pago de impuestos, procesos de bancarrota (en Estados Unidos las personas, y no sólo las empresas, pueden declararse en quiebra), entre otros.

Plantean encuesta

Los cabilderos de los banqueros también plantean la realización de una encuesta con mil votantes que sirvan como contexto para sus esfuerzos en cada estado. La firma CLGC considera que los estados más importantes en los cuales realizar su investigación son ocho y coinciden con aquellos en los que el presidente Obama ganó las elecciones en 2008, es decir, las zonas de mayor presencia del Partido Demócrata. Estos son: Florida, Pensilvania, Virginia, Wisconsin, Ohio, Carolina del Norte, Nevada y Nuevo México.
Investigar sobre quienes apoyan al movimiento, conocer sus fuentes de financiamiento e identificar oportunidades para construir una campaña con argumentos negativos de OWS de gran impacto mediático para exponer a quienes apoyan este movimiento.
La clave, apunta, es utilizar información producida por la encuesta para desarrollar golpes fuertes, creatividad irresistible, que pueda mover masas, combatir OWS y ofrecer protección para las figuras políticas que defiendan nuestra industria.
El documento concluye ofreciendo 850 mil dólares de presupuesto para quien pueda desarrollar las ‘piedras angulares’ de esta estrategia en 60 días.
(Con información de MSNBC y La Jornada)

domingo, 13 de noviembre de 2011

LOS GUERRERISTAS, A LA GUERRA; LOS BANQUEROS A LAS FINANZAS. POSIBILIDAD CONCRETA DE “INTEGRARNOS A LA NADA”

Dardo Ribas: (en un comentario suyo a la sorprendentemente lúcida reflexión de Fidel Castro. Sorprendente porque, mientras suben y caen toda clase de "estadistas" globales, mediocres o enterrados en el mutismo detrás de sus mentiras, él muestra su vigencia, su coraje y su inteligencia, en verdad, sorprendentes.) LOS GUERRERISTAS, A LA GUERRA; LOS BANQUEROS A LAS FINANZAS.
POSIBILIDAD CONCRETA DE “INTEGRARNOS A LA NADA” de Cubadebate (que en su edición de hoy día 13 de nov tiene, incluso más que siempre! además varios otros artículos imperdibles, además de las reflexiones que adelanta Fidel)
Va el comentario de Dardo Ribas
Estas reflexiones de Fidel vuelven a instalar la prevención.
Puede todo el mundo verificar el derrotero de ciertos hechos puntuales. La OTAN desencadenó sobre Libia un atroz bombardeo, mataron a Kaddafi y sembraron de cadáveres Misrata, Trípoli y otras ciudades.
El país quedó en manos de grupos rivales que compiten a la hora de las atrocidades. Lo hemos contemplado cuando el linchamiento incalificable del líder libio. Hillary anduvo por Trípoli y dos días después masacraban al beduino. Ella festejó alegremente. Fue ahí cuando tuvo la ocurrencia de pronunciar el apotegma cesariano, adaptándolo a las circunstancias.
Anteriormente, Obama había anunciado -como quien consolida una victoria- el retiro de tropas en Afganistán y en Irak. Un retiro que no es un retiro. El imperio siempre utiliza estas maniobras donde insinúa el fin de la vocación guerrerista. Eso ocurre cuando falta poco para renovar la comedia electoral que colocará en la Casa Blanca a otro mascarón de proa. Otro buhonero que le venda al mundo una nueva versión de la “democracia americana”.
En los hechos concretos, podrán regresar “a casa” a unos miles de marines, pero dejarán bases, naves y aviones, dando vueltas de manera permanente. El negocio de la guerra debe ser reciclado para que prosiga brindando fabulosas ganancias a los diversos trust que se dedican a estas actividades. Por lo tanto, a una guerra subsiste otra. Con “republicanos” o con “demócratas”. Con Sarkozy o sin Sarkozy. Con Cameron o sin Cameron. Con Netanyahu o con Shimon Peres.
El comandante se refirió a la reunión del “G-20”. Queda claro, en sus palabras, la profunda decepción sobre esa reunión que no arrojó más que gestos retóricos por parte de quienes allí intervinieron. Discursos vacíos de contenido, poses teatrales y lenguaje propio de banqueros.
Lo de siempre… esas consabidas construcciones que insisten sobre el “desarrollo sustentable”, la “gestión”, la “inclusión social”, etcétera. Palabras investidas de grandilocuencia y las infaltables fotografías que inmortalizan la vanidad de los mandatarios presentes, a los que deben sumarse hipócritas abrazos, elogios mutuos y fastuosas recepciones entre delicados manjares y suntuosos alojamientos.
Muchos de los que allí estuvieron se habían congratulado con Kaddafi, comieron manjares a su lado y formalizaron con él negocios siderales. Después lo mandaron a matar y trituraron su país.
El “G-20”, en pocas palabras, millones tirados a la basura para montar una farsa que de nada le sirve a la Humanidad. Un recreo de gente famosa que se dedicó a pronunciar supuestas buenas intenciones. Terminada la parodia, cada uno regresa a su país y todo sigue igual. Los guerreristas, a la guerra; los banqueros a las finanzas.
Mientras tanto -a días de terminada la comedia- Israel implora a los EEUU bombardear Irán y aparece el informe de la OIEA (Organización Internacional de Energía Atómica), que instala la idea de que un peligro monstruoso emana de las iniciativas nucleares del país persa.
Se suman, de inmediato, los otros componentes de la santa cruzada… Cameron, Hillary, Sarkozy… Terminaron con Libia y ya andan merodeando a la próxima víctima. No se sabe cuál es la táctica. ¿Primero Siria, después Irán? ¿Los dos al mismo tiempo?… Vaya uno a saber.
Fidel insiste con crear conciencia pública sobre las horribles tramoyas que se están ejecutando y que, probablemente, ya tengan vía libre. Puede ocurrir que el día menos pensado uno amanezca, encienda su PC y lea en los diarios: “Bombardeo sobre instalaciones iraníes”. La historia humana está repleta de sorpresas de ese calibre. En especial, la que hemos vivido en el siglo pasado. Y si no que lo digan los europeos, tan consternados ahora por la debacle financiera que ha producido el “capitalismo poco serio”.
De ahí a lo que sigue… cualquier posibilidad puede pegar en el blanco. Respuesta violenta de Teherán, nueva oleada de bombas sobre las instalaciones y escalada sin límites en el conflicto. Invasión, drones, atómicas… Seguramente, Rusia y China podrían intervenir de ver afectados sus intereses y la bola de nieve (explosiva), aumente su tamaño a proporciones impensadas. Aplíquese la misma perspectiva cada vez que emerge, repentino, larvado, el conflicto de las dos Coreas.
Otra posibilidad, un enlace de todas estas complicaciones… un efecto “dominó” de consecuencias imprevisibles.
No falta quienes aseguran que hablar de estas cuestiones es “alarmismo”. Incluso, han acusado al comandante de “alarmista” (“El País”, “Clarín” y sus escribas). Pasan por alto estos mensajes que surgen de los hechos concretos y continúan, afiebrados, en sus negocios, en sus preocupaciones cotidianas.
Uno quisiera verles la cara a estos optimistas el día que un cable de último momento dé cuenta que uno o varios hongos atómicos se alzan sobre algunas ciudades.
Bien, es el panorama que tenemos. Algunos hablando, ingenuamente, dando cátedra en rimbombantes foros internacionales, de la necesidad de regresar al “capitalismo serio”.
Otros, no duermen pensando en reducir a las ruinas a su vecino. Yanquees e israelíes anuncian grandiosos ejercicios militares conjuntos. Amenaza va, amenaza viene.
Mientras tanto, millones de inocentes, de un lado o del otro, no imaginan que de abrirse paso todos estos despropósitos, en poco tiempo pueden estar integrados a la nada, como tan ingeniosamente definiera Saramago al referirse a la muerte.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Libia: Pensamiento imperial y democracia global


4 Noviembre 2011 tomado de Cubadebate / Por Eliades Acosta Matos Los videos sobre el linchamiento de Muamar el Gadhaffi, y el degollamiento de uno de sus hijos fueron inicialmente conocidos gracias a Al Jazeera, no a la CNN,  ni Reuters, ni Deutsche Welle, ni TVE, ni Fox News, ni la BBC. Estas, con la pulcra disciplina de los mayordomos, solo obedecían la consigna de transmitir poéticas y enternecedoras imágenes de sus Freedom Fighters. Puede revisarse la iconografía publicada de esta nueva operación imperialista y se comprobará que se trata de una cuidadosa puesta en escena; la construcción de una moderna poética de la contrarrevolución y el hegemonismo neocolonialista. Y fue efectiva: de inicio, el mundo calló y aceptó como bueno un crimen monstruoso, cometido contra el pueblo libio y sus líderes, tanto como el que, en su momento, cometiesen estas mismas fuerzas del pasado contra Lumumba, el Che, Salvador Allende o Nurden Mohamed Taraki.
Puede aceptarse que Gadhaffi, y su propia coherencia como líder revolucionario, no llega a la altura de los demás mencionados, pero también es inaceptable que, a pesar de sus errores y limitaciones, hagamos con nuestro silencio, el juego al imperialismo y al colonialismo que lo masacraron junto a su pueblo. Adoptar una actitud vergonzante ante un genocidio monstruoso, como el que presenció, impasible, el mundo, es validarlo. Y otorgar un cheque en blanco a los asesinos para que continúen matando.
No importa, en rigor, si Gadhaffi cometió errores o no permitió en su país el rejuego político,  al estilo occidental.  Esas eran cuestiones a resolver por los libios, no por Estados Unidos ni la OTAN. Tampoco si tenía un colorido guardarropa, cuatro enfermeras ucranianas, o era custodiado por un cuerpo de bellas amazonas.  No caigamos en la trampa de la trivialización imperial. El error de Gadhaffi, se ha comprobado, no fue el haber sido revolucionario, nacionalista, antiimperialista y anticolonialista, sino que no lo fue consecuentemente, y hasta el fin. Su más craso error estratégico fue haber creído en el honor y la seriedad de quienes jamás le perdonaron haber dado conciencia de su dignidad, su independencia y soberanía a un pueblo del Tercer Mundo, afectando, de paso, las ganancias derivadas de la explotación inmisericorde de sus recursos naturales. Esas potencias del ayer, primero tomaron los millones que les proporcionaron los negocios  que un iluso Gadhafi les facilitó, y luego tomaron la sangre de su pueblo,  de su familia, y de él mismo. Y de paso aplastaron la independencia, la soberanía y el ejemplo de una revolución como la libia, para hacerse de nuevo con el dinero fácil derivado de la explotación de su petróleo.
No creo en la genialidad ni la omnipotencia de los staff creativos de las agencias de inteligencia del imperio. Son falibles, predecibles,  aburridos y, frecuentemente, burdos.  El caso libio lo demuestra. Ya sabemos que contra Gadhaffi y su pueblo se apandillaron, en obsceno compadrazgo, todos los poderes imperiales de la Tierra. Había que dar un ejemplo, a como diese lugar, y creen haberlo dado. Analicemos la leyenda que nos han intentado vender:
Un avión no tripulado yanqui, supuestamente, detectó el movimiento de los autos en que se retiraba de Sirte el líder libio. Los aviones de la OTAN habrían bombardeado la caravana, hiriéndolo levemente. El resto del cuento es conocido, incluyendo las imágenes de las turbas de hienas cobardes y linchadoras que acabaron con su vida. Hoy se sabe que los servicios de inteligencia alemanes conocían de su paradero exacto en Sirte, y que por lo tanto, no hacía falta esperar su retirada, ni un bombardeo. Tengo la firme convicción, derivada de mis estudios anteriores sobre las guerras culturales imperiales, el análisis de las estrategias mediáticas en el caso libio, y el conocimiento de la Historia, que lo que se nos ha presentado es una macabra y repugnante puesta en escena, un montaje mediático para cerrar el proceso de satanización de un líder tercermundista, concluyendo con lo que la CIA llamaba, desde los tiempos de la operación PBSUCESS, que en 1954 acabó con el gobierno de Jacobo Arbenz, en Guatemala, como “asesination of charácter”.
El escenario y las circunstancias fueron cuidadosamente escogidos para lograr la humillación y el desprestigio de Gadhaffi  y la desmovilización de sus seguidores. El problema a resolver por los staffs creativos del imperio, fervientes fanáticos de las operaciones simbólicas y culturales que caracterizan las Guerras de Cuarta Generación de nuestra época, fue el mismo al que se enfrentaron cuando la guerra de Iraq y la búsqueda de Saddam Hussein: cómo impedir que los líderes enemigos, una vez capturados o eventualmente asesinados, se conviertan en héroes y mártires, y en consecuencia, en factor de movilización de sus pueblos. La experiencia del Che, convertido en el símbolo rampante de las luchas antiimperialistas del pasado y el presente siglo, renacido de su muerte, pujante y combativo, les enseñó a cuidarse más de las batallas culturales que de las físicas.
Entonces llegó el final, digno de una ópera wagneriana, a fuerza de rotundo, oportuno, y sospechosamente perfecto: un Gadhaffi fugitivo, escondido en una alcantarilla, es detenido, aparentemente sin combatir, por su “propio pueblo”, al grito de “Alá es grande”. Fervorosos islamistas terminan haciendo “justicia”, a pesar de los ruegos de clemencia del “dictador” (que no se aprecian en ninguna de las versiones conocidas en video).  Ya ha trascendido que fue, en realidad, capturado tras un combate sostenido con tropas especiales inglesas y qataríes, siendo luego servido en bandeja a la turba linchadora.  Y como cierre, el tiro de gracia dado, supuestamente, por un joven fotogénico, símbolo de la “Nueva Libia” pro-americana, y pro-colonialista, con una gorra de los New York Yanquees. Sin dudas,  un guiño pícaro, intertextual, tipo Woody Allen; una especie de marca de autor de los coreógrafos de esta patraña.
Ya lo declararon las nuevas autoridades libias: no hubo autopsia del cadáver. Y para que todo quede perfecto, la ONU y Amnistía Internacional, en funciones de CSI imperiales, afirman que investigarán las circunstancias de  estas muertes, o sea, que no pasará nada.
Llegado el momento, y no habrá que esperar mucho, toda la verdad se abrirá paso. El colonialismo y el imperialismo no han cambiado: son los mismos desde los tiempos de la Comuna de París, la República española, el Chile de Allende, o la Guatemala de Arbenz. Sus herramientas para subvertir y derrocar gobiernos siguen siendo, en esencia, los mismos, solo que ahora los pueblos disponen de herramientas difíciles de controlar: los celulares, las redes sociales, los medios alternativos, Internet… y su propia memoria y experiencia histórica enriquecida por la vida.
En Gadaffi, como en su momento con Lumumba, las potencias imperialistas y coloniales han saciado las más bestiales ansias de venganza y odio contra líderes africanos y tercermundistas, que osaron enfrentarlas. El mensaje es claro: no se permitirá la menor rebelión, el menor desacato, la más mínima resistencia, o lo que es lo mismo, queda prohibido, so pena de linchamiento y satanización eterna, toda medida que limite o corte el flujo de ganancias que nutre la avaricia insaciable del capital global.
Pero los imperios también aprenden de sus errores: el mismo día que se asesinaba cobardemente a Gadaffi, sin que se inmutaran los millones que en el mundo lloran cuando se tala un árbol en el Amazona, o matan una foca en el Ártico, Obama anunciaba,¡ oh que extraordinaria causalidad!, que comenzaba la retirada definitiva de sus tropas de Iraq. Una decisión polémica y peligrosa, oportunamente compensada, ante la opinión pública, con la euforia de ver, a uno de sus principals “enemigos”, sufrir y morir humillado. Lo que Obama hizo es intentar cerrar, definitivamente, una peligrosa brecha, gracias a la cual el buque imperial, peligrosamente, hacía aguas: no la de los gastos de una guerra que no han podido, ni podrán ganar, sino la de las bajas norteamericanas que ha costado, y cuesta. Por eso en Libia la estrategia desestabilizadora fue diferente: ordenar el trabajo sucio a la OTAN, entregar $ 1100 millones de USD, que fue el aporte reconocido por el gobierno norteamericano a esta campaña, y no exponer hombres en el terreno. Al menos, no de tropas regulares, pues está por conocerse el accionar de unidades y oficiales de tropas especiales norteamericanas y europeas en suelo libio. De ahí que un eufórico Vicepresidente Biden, esa versión postmoderna del “Hombre Invisible” en la Casa Blanca, haya declarado que Estados Unidos había logrado deshacerse de Gadhaffi “… sin perder un solo soldado”
¿Cuáles son las lecciones que se desprenden del caso libio? ¿Qué cambios, en las tácticas, estrategias y en la propia mentalidad imperialista, expresan? ¿Qué significado tiene para el futuro de la democracia global, y especialmente, para los procesos políticos y los gobiernos progresistas y de izquierda que existen en América Latina?
En aras de la concisión, resumiremos nuestra opinión en los siguientes puntos:
1) La esencia del capitalismo global, y de los gobiernos imperialistas se mantiene inalterable en nuestra época: es la misma desde su surgimiento, y sigue guiando su relación con el Tercer Mundo. No es más humano, ni menos bárbaro, ni más democrático, ni más pacifista, ni menos ambicioso o explotador. En tiempos de crisis global, de decadencia del liderazgo norteamericano,  de unipolaridad y pensamiento único, se está tornando más agresivo y menos interesado en ocultar esas esencias, dejando a un lado las hojas de parra con las que se cubrió en tiempos de la Guerra Fría, a saber, la supuesta defensa de la libertad, de la cultura occidental y de la democracia.
2) Si bien las experiencias fallidas de Iraq y Afganistán frenaron, hasta ahora, el despliegue definitivo y total del proyecto neoconservador de contraofensiva del capitalismo, y la aplicación de un programa de contrainsurgencia universal, o de contrarrevolución a escala  planetaria contenido en el Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, de 1997, los apremios de la realidad y las nuevas experiencias desestabilizadoras, basadas, primero, en el  modelo de  la teoría y la práctica del “Soft and Smart Power”, del que Obama es el paradigma, y en la cooptación de las llamadas “revueltas o revoluciones democráticas”, iniciadas en Túnez y Egipto, son testimonio de que tales planes, lejos de haber sido desechados, han sido reciclados y están siendo puestos en vigor, de manera planificada y sistemática, como demuestra el caso libio. Estados Unidos acaba de anunciar la retirada “temporal” de su Embajador en Siria,  debido a “amenazas recibidas”, lo cual indica, con antelación, donde presenciaremos el siguiente capítulo de este folletín macabro.
3) Libia pone sobre el tapete un elemento de suma peligrosidad:  la derrota transitoria de una revolución antiimperialista y anticolonialista por una contrarrevolución que se sueña de nuevo tipo, sin serlo, apoyada en poderes hegemónicos extranjeros, y llevada  a cabo de manera aséptica, a un costo irrisorio para estos. Al menos, en su versión mediática, que como es sabido, está en las antípodas de la realidad y la verdad. Si nos remontamos a la historia del Siglo XX, algo similar sucedió en 1953 en Irán, cuando la CIA norteamericana y el gobierno británico, mediante la entonces novedosa y creativa operación PBAJAX, lograron el derrocamiento del gobierno nacionalista de Mossadegh. Alentados por lo que consideraron una operación desestabilizadora perfecta, la saga  continuó al  año siguiente con el derrocamiento de Arbenz,  luego  de Perón, Juan Bosch y así, sucesivamente, hasta llegar al derrocamiento de Allende, en 1973. Aquí la maquinaria se detuvo, urgida de ajustes, por el elevado costo político que implicó esta última operación. Lo sucedido en Libia, y la inercia del pensamiento instrumental imperial preludian la repetición del nuevo esquema,  primero en otros países del Oriente Medio y África (Siria, Yemen, Irán) y luego, en otras regiones del  mundo, especialmente en América Latina (Cuba, Venezuela, Nicaragua. Ecuador). El tímido y chapucero intento, en el caso del golpe de estado en Honduras, promete regresar acrecentado y con olor a “rebelión popular o de sociedad civil indignada”.
Debe recordarse que, bajo la “cruel tiranía de Gadhaffi”, esa misma Libia martirizada y reducida a cenizas por la “liberación democratizadora” de la OTAN y Estados Unidos, pasó de ser uno de los países más pobres de África al que más alto nivel de vida brindaba a sus habitantes. Datos que aún pueden  consultarse en los reportes anuales de la OMS, la ONU y la UNESCO, lo señalan como poseedor de 2 décimas por encima de los países con más alto Indice de Desarrollo Humano del mundo; con una tasa de escolarización superior al 89%, y con una esperanza de vida de 75 años. Y eso, para los estándares habituales que presentan las empobrecidas naciones africanas, son datos muy relevantes.
Precisamente,  el haberlo logrado, a pesar de la hostilidad abierta del imperialismo y el colonialismo, y constituir un ejemplo de que se puede escapar  del infierno a que la explotación de los países del Tercer Mundo condena a sus pueblos, es una de las razones que explican la saña con que se ha barrido de la faz de la tierra los frutos de décadas de trabajo abnegado del pueblo libio.
4) El modus operandi imperial es obvio y repetitivo: mediante la diplomacia pública y las operaciones encubiertas de aliento a la subversión en países “hostiles”, con los que, a pesar de todo, se mantiene relaciones diplomáticas, se va logrando construir una constelación de satélites que comienzan a girar en la órbita escogida, siempre alimentados por los generosos donativos de organismos y organizaciones internacionales no gubernamentales. La sociedad civil es alentada y dirigida, financiada y politizada; las campañas que despliegan y hasta las consignas y símbolos de sus protestas son generados en los laboratorios culturales imperiales, recibiendo, de inmediato, la más amplia cobertura mediática. De esta manera se fabrican “héroes y mártires”, cuyas demandas se sintonizan, cuidadosamente, con la sensibilidad occidental. Se dota a este engendro antinatural, nacido por manipulación genética, de un look glamoroso, joven, libertario, democrático, femenino y plural, distendido y simpático, siempre pro-norteamericano y pro-occidental, en contraposición a los regímenes a los que se oponen, que son satanizados de manera sistemática e inmisericorde, y presentadas como bárbaras dictaduras en manos de crueles tiranos, cuyo tiempo histórico ya ha pasado. Para esto último, los poderes imperiales disponen de enormes recursos y un gran arsenal creativo, además de las herramientas que recomiendan ideólogos como Joseph Nye(promotor del “Soft and Smart Power”) o estrategas  como Martin Van Cleveld, Thomas X. Hammes y William S. Lind(promotores de la teoría de las Guerras de Cuarta Generación).
5) La mentalidad contrainsurgente imperial, la misma que se destina para lidiar contra las revoluciones, los gobiernos, pueblos, partidos y movimientos políticos, redes y grupos sociales, y simples personas “diferentes”, o sea que no aceptan pasivamente las reglas del mundo unipolar y de pensamiento único, ha ido avanzando hacia una nueva concepción de lucha. Esta parte de la utilización de tácticas y estrategias revolucionarias del pasado, vaciadas de su contenido revolucionario original, invertidas, cambiadas de signo y, finalmente, utilizadas contra las propias revoluciones con un nuevo carácter: el de contrarrevoluciones restauradoras con ropaje liberal y progresista y un glamoroso look juvenil, precursoras de un acceso irrestricto y jubiloso al consumo capitalista, a las nuevas tecnologías y al mundo global.
¿Qué son las importadas “Damas de Blanco”, en Cuba, sino la imagen invertida y con signo contrario, pero con tácticas de lucha similares, de las gloriosas “Madres de la Plaza de Mayo”, de Argentina?
¿Qué son estos “Freedom Fighters” libios, posando para las obsequiosas cámaras de Occidente, en poses de Rambo y luciendo equipos militares relucientes y uniformes impecables, sino las versiones imperiales de los jóvenes palestinos de la Intifada, que pelean con piedras, y a pecho limpio, contra la ocupación israelí?
Nunca antes, como en las más modernas versiones de la teoría de la contrainsurgencia imperialista y las Guerras de Cuarta Generación, los servidores del capitalismo global han prestado tanta atención a la importancia de la cultura, los símbolos y las ideas. ¿No suena conocido esto?
6) El arsenal de validación imperialista de operaciones subversivas e injerencistas, como la de Libia, ha variado con los tiempos. Ya no puede hablarse de “Amenaza Roja”, ni del “Oro de Moscú”. También las  sociedades humanas son más cultas y están mejor informadas, incluso, y a pesar de los pesares, hay mucho más canales universales de información independiente en Internet, por ejemplo, de los que jamás hubo. Las redes sociales permiten movilizaciones físicas y de opinión, en tiempo real, por ello las operaciones culturales preparatorias y justificativas de cada zarpazo imperialista tienen que estar envueltas en glamorosos ropajes postmodernos. Deben ostentar un evidente aire universal, y actuar con la rotundez de quien actúa siguiendo los cánones de una ciencia constituida y generalmente aceptada. Por eso es esencial, con mucha antelación, disponer de un arsenal teórico con el que se hay machacado la sensibilidad de la opinión pública, imponiendo modelos de juicio y valores que anteceden a los bombardeos y la matanza.
Algunas de estas nuevas herramientas teóricas imperiales son:
1) El pensamiento único y lo políticamente correcto.
2) La sacralización fundamentalista y unilateral de los derechos humanos, en detrimento de otros derechos, no menos universales, como los derechos sociales, ecológicos, a la diversidad cultural, etc.
3) La teoría de los “Estados fallidos”, los “Estados delincuentes” , las “intervenciones humanitarias”, y la fábula del “Caos creativo y el Nation Building”, ambas concepciones asentadas en la farsa de la “excepcionalidad norteamericana”.
4) La constelación de reportes y certificaciones de “buena conducta” a los demás países y Estados, en materias tan diversas como la lucha contra las drogas, el tráfico de personas o la “libertad económica”, cuya misión esencial es sembrar matrices de opinión, aislar y satanizar a las naciones que se oponen a los designios imperiales, para, en su momento, atacarlas, así como también “premiar” a sus aliados.
La tarea de definir, fertilizar y promover estas matrices de opinión corresponde a la bien posesionada red de instituciones académicas y tanques pensantes que actúa como una jauría de perros de Pavlov, siempre presta a reaccionar al tintineo de las monedas del imperio y el capitalismo global. Estas se encargan de silenciar el debate verdadero y fomentar el debate falso. Rand Corporation, Heritage Foundation, American Enterprise Institute, Brooklyn Institution, Cato Institute, por solo poner algunos ejemplos del mundo anglosajón, son muestra elocuente de ello. En el mundo hispanohablante, la patética versión flamenca de sus mayores norteamericanos, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) del señorito Aznar. Los grandes medios erigen en paradigmas científicos, convierten en oráculos inapelables y en verdades reveladas toda la pacotilla ideológica que se produce en estas maquilas de la estafa global.
Contra estos viejos y nuevos planes y métodos del imperialismo global en su actual etapa de “Pacificación definitiva del planeta”, las fuerzas revolucionarias y progresistas deben y pueden oponer, además de frenos de otro tipo, una barrera cultural y de ideas. No son omnipotentes, a pesar de su poderío militar. No son infalibles, a pesar de su tecnología. No son invencibles, a pesar de sus millones. América Latina lo está demostrando con el afianzamiento de sus procesos alternativos, y en las condiciones actuales, en ello radica su fortaleza y su riesgo. Los imperialistas pueden perdonar, quizás y muy remotamente, a un oponente militar, pero con su sensible olfato clasista y su experiencia histórica, jamás perdonan a quien promueva símbolos, ideas, esperanzas, razones y una cultura que tenga, como horizonte de arribo, a un nuevo mundo, posible y mejor. El ensañamiento contra Lumumba, el Che, Allende y ahora Gadhaffi, y contra el ejemplo de la Revolución cubana, así lo demuestra.
En estas circunstancias, resuenan con vigencia renovada aquellas palabras del Che, precisamente pronunciadas tras los monstruosos crímenes en el Congo, del colonialismo belga y el imperialismo yanqui: “No se puede confiar en el imperialismo, ni tantito así:¡ nada!”.
Aunque venga ataviado con una hermosa sonrisa en la tez oscura de Barack Obama

jueves, 3 de noviembre de 2011

Fidel Castro pule la lupa que mejor mira al mundo

La Reunión del G-20

3 Noviembre 2011  
fuente Cubadebate
Mañana comienza la reunión del G-20, es decir, la de los países más desarrollados y ricos del planeta: Estados Unidos, Canadá, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, y la Unión Europea como entidad aparte con derecho a participar; son los baluartes fundamentales de la OTAN más sus aliados Japón, Corea del Sur, Australia y Turquía en su doble aspecto de país en desarrollo y miembro de la OTAN, así como Arabia Saudita ―un gigantesco depósito de petróleo ligero en manos de las transnacionales de occidente, que extraen de allí 9,4 millones de barriles diarios, cuyo valor al precio actual asciende a mil millones de dólares cada día― en un lado de la mesa, y en el otro, un grupo de países con creciente peso económico y político, que de hecho se convierten, por el número de sus habitantes y sus recursos naturales, en una expresión de los intereses de la mayoría de nuestro sufrido y saqueado mundo: la República Popular China, la Federación Rusa, India, Indonesia, Sudáfrica, Brasil, Argentina y México.
España, también aliado de la OTAN, es solo “país invitado”.
Se trata de una reunión entre los grandes productores de maquinarias y artículos industriales y los grandes suministradores de materias primas que a lo largo de medio milenio después de la conquista, fueron colonias europeas y en el último siglo los abastecían de productos agrícolas, minerales y recursos energéticos, víctimas de un despiadado intercambio desigual.
Este oscuro período de la historia viene ocurriendo desde que los descendientes de las tribus bárbaras que poblaron a Europa, “descubrieron” y conquistaron este hemisferio armados de espadas, ballestas y arcabuces.
“Los descubridores”, tan apologetizados por el llamado mundo occidental, como si en el continente no viviera una parte de la humanidad desde hacía 40 mil años, albergaban el propósito de buscar una ruta más corta para el comercio con China.
En aquel país, del cual poseían antecedentes a través de los comerciantes de seda y otros valiosos productos apetecidos por la aristocracia y la naciente burguesía europea, habrían encontrado una fabulosa civilización poseedora de lenguaje escrito, arte refinado, agricultura, metales, pólvora y avanzados principios de organización política y militar, incluidos ejércitos con decenas o tal vez cientos de miles de soldados de caballería.
A punto estaban de zozobrar cuando en las proximidades de Cuba, encontraron tierra. Poco después Colón tomó posesión de nuestra isla en nombre del Rey de España. ¿Habría podido hacer eso si realmente llega a China, como era su propósito? Su error costó a este hemisferio decenas de millones de vidas que se perdieron como consecuencia del reparto de América, en virtud de una bula papal entre dos reinos de la península Ibérica, en los constantes conflictos de su nobleza medieval.
La conquista y la búsqueda de oro y plata costó, como señalaba el genial pintor indio Oswaldo Guayasamín, 70 millones de vidas a los que habitaban el hemisferio, cuna de importantes civilizaciones.
África negra también puede hablar de lo que significó aquella conquista para millones de sus hijos, arrancados y vendidos como esclavos en este hemisferio.
La oligarquía multimillonaria, cuyos Jefes de Estados o Gobiernos se reunirán en Cannes con los representantes de casi 6 mil millones de habitantes que aspiran a una existencia digna para sus pueblos, debieran meditar sobre estas realidades.
Aquellos países pretenden monopolizar las tecnologías y los mercados a través de las patentes, los bancos, los medios más modernos y costosos de transporte, el dominio cibernético de los procesos productivos complejos, el control de las comunicaciones y de los medios masivos de información para engañar al mundo.
Ahora que los habitantes del planeta suman 7 mil millones, los estados que representan solo a una de cada siete personas, las cuales a juzgar por las protestas masivas en Europa y Estados Unidos no están muy felices, ponen en riesgo la supervivencia de nuestra especie.
¿Podría alguien olvidar que Estados Unidos fue el país que impidió el Acuerdo de Kyoto cuando se disponía de un poco más de tiempo para impedir una catástrofe con el cambio climático que se está produciendo a ojos vista?
Los días 28 y 29 del mes de octubre que acaba de transcurrir, tuvo lugar otra reunión de Jefes de Estados y Gobiernos que integran la Comunidad de Países Iberoamericanos. Entre las calamidades que han tenido que soportar los pueblos de habla española y portuguesa, está el hecho de ser la región del mundo con más desigualdad en la distribución de las riquezas.
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla viajó de la reunión de la ONU en Nueva York sobre el bloqueo a Cuba, a la capital de Paraguay, donde esta se efectuó. Allí se dijeron cosas de sumo interés con relación a la crisis que sacude a la Comunidad Europea.
El nuevo Primer Ministro de Portugal vertió su amargura con la Unión Europea, cuando afirmó que esta quedó exhausta y desfondada con el rescate de magnitud récord destinado a Grecia. Podría enfrentar una crisis en Portugal pero quedaría en bancarrota, imposibilitada de socorrer a Italia, la séptima economía mundial, lo que arrastraría a Francia, en cuyos bancos se acumula la mayor parte de la deuda italiana.
Los líderes ibéricos dudan de que el compromiso asumido con Grecia se cumpla y de no cumplirse auguran una crisis más prolongada que la de 1929.
Esta mañana los cables informaban de las duras consecuencias de las lluvias nunca vistas en Tailandia, el mayor exportador de arroz, cuyas ventas se reducirán de 25 millones de toneladas a 19.
En cambio, noticias de que China incrementaba a casi 5 millones de toneladas la producción de cobre metálico, surtió efectos considerables.
Sin embargo, mientras Estados Unidos conserva intacto el poder de veto en el Fondo Monetario Internacional, a China se le niega en ese organismo el simple derecho de aprobar al Yuan como moneda convertible. ¿Cuánto tiempo durará esa tiranía?
Es a través de ese cristal que debemos analizar cada palabra que se pronuncie en la Cumbre del G-20.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

De un folleto del Citigroup: pertenecemos a selectas economias impulsadas por el lujo, el resto, es precariato.

Ocupemos el futuro 

Noam Chomsky

2 Noviembre 2011
(Tomado de La Jornada)
Pronunciar una conferencia Howard Zinn es una experiencia agridulce para mí. Lamento que él no esté aquí para tomar parte y revigorizar a un movimiento que hubiera sido el sueño de su vida. En efecto, él puso buena parte de sus fundamentos.
Si los lazos y las asociaciones que se están estableciendo en estos notables eventos pueden sostenerse durante el largo y difícil periodo que les espera -la victoria nunca llega pronto-, las protestas de Ocupemos podrían representar un momento significativo en la historia estadunidense.
Nunca había visto nada como el movimiento Ocupemos, ni en tamaño ni en carácter; ni aquí ni en ninguna otra parte del mundo. Las avanzadas de Ocupemos están tratando de crear comunidades cooperativas que bien podrían ser la base para las organizaciones permanentes que se necesitarán para superar las barreras por venir y la reacción en contra que ya se está produciendo.
Que el movimiento Ocupemos no tenga precedentes es algo que parece apropiado, pues ésta es una era sin precedentes, no sólo en estos momentos sino desde los años 70.
Los años 70 fueron una época decisiva para Estados Unidos. Desde que se inició el país, éste ha tenido una sociedad en desarrollo, no siempre en el mejor sentido, pero con un avance general hacia la industrialización y la riqueza.
Aun en los periodos más sombríos, la expectativa era que el progreso habría de continuar. Apenas tengo la edad necesaria para recordar la gran depresión. Para mediados de los años 30, aunque la situación objetivamente era mucho más dura que hoy, el espíritu era bastante diferente.
Se estaba organizando un movimiento obrero militante -con el Congreso de Organizaciones Industriales (CIO) y otros- y los trabajadores organizaban huelgas con plantones, a un paso de tomar las fábricas y manejarlas ellos mismos.
Debido a las presiones populares se aprobó la legislación del nuevo trato (New Deal). La sensación que prevalecía era que saldríamos de esos tiempos difíciles.
Ahora hay una sensación de desesperanza y a veces de desesperación. Esto es algo bastante nuevo en nuestra historia. En los años 30, los trabajadores podían prever que los empleos regresarían. Ahora, los trabajadores de manufactura, con un desempleo prácticamente al mismo nivel que durante la gran depresión, saben que, de persistir las políticas actuales, esos empleos habrán desaparecido para siempre.
Ese cambio en la perspectiva estadunidense ha evolucionado desde los años 70. En un cambio de dirección, varios siglos de industrialización se convirtieron en desindustrialización. Claro, la manufactura siguió, pero en el extranjero; algo muy lucrativo para las empresas pero nocivo para la fuerza de trabajo.
La economía se centró en las finanzas. Las instituciones financieras se expandieron enormemente. Se aceleró el círculo vicioso entre finanzas y política. La riqueza se concentraba cada vez más en el sector financiero. Los políticos, enfrentados a los altos costos de las campañas, se hundieron más profundamente en los bolsillos de quienes los apoyaban con dinero.
Y, a su vez, los políticos los favorecieron con políticas favorables para Wall Street: desregulación, cambios fiscales, relajamiento de las reglas de administración corporativa, lo cual intensificó el círculo vicioso. El colapso era inevitable. En 2008, el gobierno una vez más salió al rescate de empresas de Wall Street que supuestamente eran demasiado grandes para quebrar, con dirigentes demasiado grandes para ser encarcelados.
Ahora, para la décima parte del uno por ciento de la población que más se benefició de todos estos años de codicia y engaños, todo está muy bien.
En 2005, Citigroup -que, por cierto, ha sido objeto en repetidas ocasiones de rescates del gobierno- vio al lujo como una oportunidad de crecimiento. El banco distribuyó un folleto para inversionistas que los invitaba a poner su dinero en algo llamado el índice de la plutonomía, que identificaba las acciones de las compañías que atienden al mercado de lujo.
El mundo está dividido en dos bloques: la plutonomía y el resto, resumió Citigroup. Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá son las plutonomías clave: las economías impulsadas por el lujo.
En cuanto a los no ricos, a veces se les llama el precariado: el proletariado que lleva una existencia precaria en la periferia de la sociedad. Esa periferia, sin embargo, se ha convertido en una proporción sustancial de la población de Estados Unidos y otros países.
Así, tenemos la plutonomía y el precariado: el uno por ciento y el 99 por ciento, como lo ve el movimiento Ocupemos. No son cifras literales pero sí es la imagen exacta.
El cambio histórico en la confianza popular en el futuro es un reflejo de tendencias que podrían ser irreversibles. Las protestas de Ocupemos son la primera reacción popular importante que podrían cambiar esa dinámica.
Me he ceñido a los asuntos internos. Pero hay dos peligrosos acontecimientos en la arena internacional que opacan todo lo demás.
Por primera vez en la historia hay amenazas reales a la sobrevivencia de la especie humana. Desde 1945 hemos tenido armas nucleares y parece un milagro que hayamos sobrevivido. Pero las políticas del gobierno de Barack Obama y sus aliados están fomentando la escalada.
La otra amenaza, claro, es la catástrofe ambiental. Por fin, prácticamente todos los países del mundo están tomando medidas para hacer algo al respecto. Pero Estados Unidos está avanzando hacia atrás.
Un sistema de propaganda, reconocido abiertamente por la comunidad empresarial, declara que el cambio climático es un engaño de los sectores liberales. ¿Por qué habríamos de ponerles atención a estos científicos?
Si continúa esta intransigencia en el país más rico y poderoso del mundo, no podremos evitar la catástrofe.
Debe hacerse algo, de una manera disciplinada y sostenida. Y pronto. No será fácil avanzar. Es inevitable que haya dificultades y fracasos. Pero a menos que el proceso que está ocurriendo aquí y en otras partes del país y de todo el mundo continúe creciendo y se convierta en una fuerza importante de la sociedad y la política, serán exiguas las posibilidades de un futuro decente.
No se pueden lanzar iniciativas significativas sin una base popular amplia y activa. Es necesario salir por todo el país y hacerle entender a la gente de qué se trata el movimiento Ocupemos; qué puede hacer cada quien y qué consecuencias tendría no hacer nada.
Organizar una base así implica educación y activismo. Educar a la gente no significa decirle en qué creer; significa aprender de ella y con ella.
Karl Marx dijo: La tarea no es solamente entender el mundo sino transformarlo. Una variante que conviene tener en cuenta es que si queremos cambiar al mundo más nos vale entenderlo. Eso no significa escuchar una plática o leer un libro, si bien eso a veces ayuda. Se aprende al participar. Se aprende de los demás. Se aprende de la gente a la que se quiere organizar. Todos tenemos que alcanzar conocimientos y experiencias para formular e implementar ideas.
El aspecto más digno de entusiasmo del movimiento Ocupemos es la construcción de vínculos que se está dando por todas partes. Si pueden mantenerse y expandirse, el movimiento Ocupemos podrá dedicarse a campañas destinadas a poner a la sociedad en una trayectoria más humana.
*(Este artículo está adaptado de una plática de Noam Chomsky en el campamento Ocupemos Boston (Occupy Boston), en la plaza Dewey, el 22 de octubre. Habló ahí como parte de la Serie de Conferencias en Memoria de Howard Zinn, celebrada por la Universidad Libre de Ocupemos Boston. Zinn fue historiador, activista y autor de A People’s History of the United States.)
(El libro más reciente de Noam Chomsky es 9-11: Was There an Alternative?
Chomsky es profesor emérito de Lingüística y Filosofía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Cambridge, Massachusetts.