sábado, 26 de marzo de 2011

Libia, izquierda y rebelión

En la confrontación que nos separa en la izquierda respecto a Libia hay tres clases de interrogantes que constituyen campos de confrontación:

¿Cuál es la proporción de realidad y de fraude en las denuncias contra Gaddafi?

¿Quienes son y qué buscan dentro del bando que llaman "la rebelión" en el este de Libia?

Quienes son y qué pretenden en el bando de lo que se llama los aliados, la coalición, la operación humanitaria en Libia, y unos cuantos etcs, eufemísticos.

Para empezar hay actualmente una guerra civil en Libia, pero no había una guerra de esta clase en Libia hace un mes, una clase de guerra con dos bandos libios armados enfrentándose entre si.

El argumento central para defender los bombardeos es que Gaddafi enfiló sus tanques hacia Benghazi y los aviones de la OTAN empezaron  sus ataques "para detener la masacre que iba a perpetrarse".

Luego, si ya había habido una masacre de parte del ejército libio, o de mercenarios, o de milicianos, cualquiera fuera el nombre que se dió a esta nueva corporación del elusivo eje del mal, eso no lo hemos podido comprobar, hasta el día de hoy, con ninguna información o prueba realmente creíble. Y si no ¡por favor!: muestren los datos fiables referentes a esta situación en que se basaron todas estas argumentaciones que se esgrimieron y se esgrimen para iniciar y continuar una guerra humanitaria. Lo que está probado es que los enviados de la UE que acudieron a Libia a ver en el terreno qué estaba sucediendo, volvieron antes de la reunión del Consejo de la UE sin datos que ratificaran realmente la ocurrencia real de esos supuestos hechos. El secretario de la ONU no presentó finalmente en la última reunión del Consejo de Seguridad  el informe de los enviados especiales que había despachado a Libia. En ambos casos se dijo que no habían tenido tiempo de comprobar sobre el terreno la realidad o no de esas masacres. 
A un mes de iniciadas las operaciones de guerra, primero encubiertas, y ahora con bombardeos masivos, ni los medios, ni las fuentes alternativas, ni la ONU, ni los gobiernos envueltos en la campaña guerrera, ni ninguno de los sostenedores de la legalidad, racionalidad,  proporcionalidad, ni toda la franja de sostenedores de  la existencia de "causas justas" han mostrado prueba alguna creíble de toda la gama de las aseveraciones justificantes que sostienen esta nueva guerra de conquista. Las pruebas mostradas han resultado ser, hasta ahora, falsificaciones burdas. No hay fotos ni vídeos que evidencien, sin la ayuda de epígrafes o comentarios maliciosos, que hayan existido las mentadas y dadas por realizadas, "masacres contra la población civil a manos del ejército Libio o milicianos adictos a Gaddafi".
Lo peliagudo del caso es que esta campaña de desinformación, esta cadena de irreflexivos hechos consumados en secuencia ciega y expansiva ha calado hondo en buena parte de la población que, frente a la guerra de Irak,  en cambio, supo distinguir la paja del trigo. La novedad, puede ser por esto, es que ahora muchos de los medios que entonces se situaron contra Bush, Blair y Aznar en aquella guerra (por distintas razones, todas entendibles desde los intereses que representan) ahora en cambio se han desplazado hacia el acompañamiento a la aventura del nuevo trío Obama, Cachorro Blair y Napoleón Sarkozy.

Luego, resumiento los datos que se necesitarían para dirimir el campo de controversias en la izquierda, habría que centrarse en la proporción de realidad y fraude que hay en las argumentaciones de masacre contra civiles que sustentan esta guerra. Hay que preguntar, preguntarse, con asiduidad, en todas las fuentes fiables:
-¿dónde están las pruebas visuales de las masacres del ejército libio contra la población civil?
-¿donde están las pruebas de la existencia de una oleada de mercenarios extranjeros llegados a Libia para atacar a este pueblo?

La única oleada de mercenarios extranjeros hacia Libia parece haber llegado desde el cielo occidental.
La proporción de mercenarios extranjeros en el ejército de Libia es algo que habría que estudiar con justa atención, a la par que la comprobación de los mecanismos de contratación de civiles para integrar milicias en campañas en el extranjero que realiza EEUU, por ejemplo, donde ocurre que la proporción de latinos y negros desplegados en sus ejércitos de conquista en el Medio Oriente es llamativamente superior a la proporción de esas poblaciones en el interior del país.  El resto de la tropa contratada, a la que no se llama mercenaria en este caso, aunque están allí como resultado de  vistosas y a veces fraudulentas campañas de reclutamiento, está constituido mayoritariamente por jóvenes desempleados de estados con la economía muy deprimida, parados crónicos. La existencia de hechos similares en países como España, sin ir más lejos, también tendría que tenerse en cuenta cuando se asumen tan livianamente los calificativos de "mercenarios" que los medios endilgan solo a los estados díscolos, dudosos, remisos, cerrados, no complacientes.

La otra esfera que nos enfrenta en la izquierda en cuanto a Libia es ¿quienes son y qué buscan dentro del bando que llaman "la rebelión" en el este de Libia? Hay publicaciones que describen la composición del Consejo Nacional de Transición como un equipo de abogados y profesores defensores de los derechos humanos y otras personalidades intachables que están en las sombras, por su seguridad, dicen.
Lo inevitable sin embargo es constatar que entre sus dirigentes máximos revistan los recientes ex ministros de Justicia e Interior de Gaddafi, así como notorios generales y otros altos mandos pasados repentinamente a la oposición. Todo esto en medio de crecientes informaciones que publican incluso los medios preponderantes sobre la existencia previa en Libia,  previa a la asonada o rebelión, de un ejército occidental de espías de élite que parecen haber estado preparando el terreno, planeando, eligiendo los objetivos militares, chantajeando, espiando, sobornando.
La rebelión de Benghazi comenzó de acuerdo a la misma infomación de los medios dominantes, con sincronizados asaltos y ataques contra puestos de policía y arsenales del ejército libio, por parte de civiles armados, y no con la embestida de tropas de Gaddafi contra la población civil. De hecho las tropas de Gaddafi tardaron bastante tiempo en reaccionar. Las primeras transmisiones en directo describían con detalle este tipo de escenario, reivindicándolos como una rebeldía popular legítima. La diferencia es que muchos de nosotros creemos que una clase semejante de rebeldía puede llegar a ser legítima mientras que los que sostenían en ese momento su legitimidad, nunca justificarían un alzamiento armado, si no fuera éste un alzamiento preparado por una potencia extranjera contra un gobierno no adicto.
Además de este grupo constituido por recientes ex funcionarios y militares del gobierno de Libia,  revista en el bando "rebelde" todo un abanico de comerciantes y empresarios enemigos de la utilización demagógica, por parte de Gaddafi, de los recursos petroleros del país. Se han alzado contra la dilapidación de las entradas petroleras en programas de retornos sociales, cuando estos recursos podrían contribuir mejor a llenar sus arcas y las de sus amigos europeos. Hay una entrevista a una socióloga mallorquina que parece una testigo de primera mano confiable, porque está en contacto con gente en Libia y reside en ese país parte de su tiempo. Ella detalla con vivacidad algunos de los emprendimientos dilapidatorios que ha llevado adelante Gaddafi. Por ejemplo, la concesión generosa de préstamos para proyectos a gente que en Europa no conseguiría que le pospusieran un mes el pago de sus deudas: lo que tanto enoja a la UE, a USA y al FMI. (http://www.kaosenlared.net/noticia/audio-entrevista-leonor-massanet-residente-sociologa-catalana-libia-ve)

Otro connotado grupo integrante de esta "rebelión" está ligado a los Hermanos Musulmanes, primos de los de Egipto, creados por EEUU para embestir a Nasser en la época de las nacionalizaciones en ese país. Qatar, financia a la rebelión en Benghazi, según informaciones pasadas entre líneas por el diario The Guardian.
Nadie duda de que un gobierno autoritario genera una oposición legítima, que Gaddafi ha ejercido el poder con autoritarismo, que hay sectores englobados en la rebelión que tienen objetivos que pueden compartirse desde una visión realmente democratizadora, popular.  Pero ese no es el objetivo de los que manipulan la "rebelión" desde el interior y desde el exterior para crear una cabeza de puente que les permita, en primer lugar dividir a Libia con el objetivo de acceder, sin los obstáculos que les opone un gobernante "díscolo", y a través de un gobierno títere, a los recursos de un país rico en petróleo. Se trata de una transición hacia un gobierno títere como  los que han instalado en Irak y en Afganistán, como los que han perpetuado en Egipto y Túnez, tras los sofocones de las revueltas. Gobiernos títeres como los que representan casi todos los estados árabes, que para probar su condición de títeres, acompañaron, para darle el color local a la legitimización de esta guerra humanitaria, a esta coalición de arrojados y arrodillados.

Por último,  y aunque parezca redundante, ¿quienes son y qué pretenden en el bando que llaman "los aliados, la coalición, la operación humanitaria" en Libia?
En Rebelión del día sábado 26 de marzo aparece un artículo que critica a los que enfrentan la guerra contra Libia con una cita de Lenín, para defender su compromiso con la invasión a Libia, partiendo del paralelo con el compromiso en el acuerdo de Brest-Litovsk Y cita a Lenin "Rechazar compromisos 'por principio', rechazar la validez de los compromisos en general, no importa de qué tipo, es infantilismo, lo que resulta difícil siquiera considerarlo seriamente…" El paralelo evidencia la culpa que sienten los defensores de este ataque, los comprometidos con esta aventura imperial, que asocian su compromiso con el acuerdo que la revolución rusa hizo, para frenar un frente de batalla (Alemania) mientras debilitada, enfrentaba la contrarrevolución interna y externa por otros varios flancos. Lenín también decía que frente a un hecho nuevo, cuyo contenido histórico o político no se podía aclarar inmediatamente él había aprendido  a preguntarse, ¿a quien beneficia esto? La contestación tendría que ser demoledora para los que piden rebajar las críticas a la nueva guerra del Imperio, porque es evidente.  Quienes son y qué pretenden los dirigentes políticos que se han lanzado esta nueva aventura es patéticamente evidente desde sus respectivas situaciones personales y políticas, como desde el depredador vuelo de los Estados Buitres a los que representan.

Izquierda es un término que la derecha neoliberal, medidamente cívica y constitucional, se ha fagocitado.  Para los que la izquierda está enmarcada en  una sociedad democrática y civil, dirigida por un gobierno democrático y civil que se centre en el desarrollo económico, en la construcción de la sociedad civil e instituciones civiles y un sistema multipartidista que respete los acuerdos internacionales, que luche contra el terrorismo, que respete todas las religiones y etnias, con unas elecciones parlamentarias y legislativas libres y justas, es bueno que perciban que estas son palabras textuales pronunciadas por el líder del Consejo Rebelde de Transición Hacia la Ortodoxia Neoliberal , Mustafa Abdel Jalil, el excesivamente reciente ex ministro de Justicia libio, el cual ahora perfila su rebeldía como un demócrata aceptable para la conciencia occidental.
El término rebeldía es, además, otra nueva adquisición que la omnipresente y omnívora cultura neoliberal ha incorporado recientemente a su retórica de lavado de la ideología. Y hay que cuidar que no fagociten el término.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Democracy NOw!: ¡procedan!

Algo ha cambiado profundamente si se compara el trío actual con aquel otro más antiguo de las Azores

El primer trío estaba constituido por tiranos que finalmente fueron a parar al basurero de la historia. Enemistados como estaban con algunos medios (que ahora apoyan la cita en Libia), enfrentados masivamente por sus pueblos, optaron por una remota isla casi deshabitada para declarar su guerra. El nuevo trío en cambio lanzó su propia guerra, propia de Obama, en medio de la gira propagandística que este último acaba de realizar por algunos países de Latinoamérica. El líder del nuevo trío es un mago sofisticado, pero de aparición en aparición desnuda solo cinismo. Repartió en el transcurso de su gira por Brasil y Chile  toda clase de falsas promesas acompañadas siempre por el cada vez más repudiado abrazo paternal con el que quiere arrinconarnos. Frente a aquel trío que se buscó un lugar remoto, este trío que ahora se estrena declaró su guerra en la oficina que Obama compartía en ese momento con su anfitriona, la presidenta de Brasil,  obviando el hecho de que ella había sido crítica con la resolución de la ONU que días antes dió luz verde a los ataques. Obama como todos sabemos pronunció entonces aquel siniestro "procedan" el cual por otro lado lo inscribe en la larguísima lista de presidentes norteamericanos que han iniciado guerras, sin poder acabarlas después. Este caso además cuenta con el aditivo seductor, potenciador, de ser el nuevo atacante un Premio Nobel de la Paz.
Este nuevo trío medíático por otro lado, es el resultado de aquel otro, tan tristemente célebre.

Obama es el icono o cristalización  viviente de lo que ha venido a representar la democracia liberal, el sistema democrático representativo, represivo,con federalización global obligada incluida.
El trío representa en conjunto los estertores de la política liberal o neoliberal, que hoy son sinónimos. Su devota fe en una democracia salpicada de crímenes masivos y crecientes cercenamientos a los derechos de los trabajadores es según su autoasumida creencia, universal y eterno. Es lo que ha dejado ver en su estéril, repetitivo e insípido discurso en Chile, donde ofreció "igualdad" a sus socios latinos, mientras repartía amenazas a Cuba, olvidándose de que el 99% de los países del mundo (excepto EEUU e Israel) han repudiado una y otra vez, hasta 18 años seguidos, el trato vejatorio y vengativo que aplica USA a ese país.
Por hechos que se deducen de todo esto, el bombardeo en Libia no empezó el sábado 19 de marzo como todos estamos predestinados a creer o ser convictos. La primera señal externa del bombardeo, parece haber sido el cambio de bando de dos altos ministros de Gaddafi que no solo renunciaron sino que inmediatamente, y sincronizadamente, junto a los representantes de Libia en la ONU y en EEUU y otros países, se pasaron a un bando rebelde. Este apareció de la manga contando con armamento pesado y aviones aunque hasta entonces fue invisible para los que seguíamos el itinerario de las rebeliones en el mundo árabe, los ojos del mago y su coequiper.  El golpe, previamente planificado, señalados los objetivos y los blancos por un ejército de espías, diplomáticos y negociadores (cuyas conversaciones y chantajes ojalá  el futuro nos depare, con la ayuda de filtraciones).
Las defecciones que instalaron el tema de la rebelión en Libia incluyeron nada menos que al Ministro del Interior y al Ministro de Justicia. Habiéndose ejecutado la asonada con el sincronizado apoyo de una parte del ejército regular libio, con armamento pesado y arsenales enteros incluidos, en cualquier parte del mundo estos hechos hubieran sido catalogados como un vulgar intento de golpe de estado.  Pero en Libia, en cambio, esta era la señal acordada para la aparición en la superficie de la punta del iceberg, la rebelión de Benghazi, que desencadenó, como esperaban los golpistas, la aparición instantánea de un sincronizado complot internacional que ahora es evidente que se había planificado previamente "calculando el momento preciso en que emergió la ventana de oportunidad para este negocio", como podría leerse en cualquier campaña de estrategia de marketing.

Según un artículo de Mike Whitney traducido por Rebelión, "la administración Obama nunca habría lanzado una guerra contra Libia si no tuviera ya preparado un títere dispuesto a asumir el poder tan pronto como terminen los combates". El títere en cuestión  parece ser Mustafa Abdul Jalil. Este excesivamente reciente "ex ministro" de Justicia de Gaddafi, aparece actualmente como el dirigente de la oposición del Consejo Transitorio Nacional Libio, que controla a los insurgentes de Al Bayda". Este "rebelde" respondió al The Daily Beast qué es lo que haría si él llegara a ganar en Libia
"Mustafa Abdul Jalil:
    •    "Estamos luchando por una nueva Libia democrática y civil, dirigida por un gobierno democrático y civil que se centre en el desarrollo económico, en la construcción de la sociedad civil e instituciones civiles y un sistema multipartidista. Una Libia que respete todos los acuerdos internacionales, que se lleve bien con sus vecinos, que luche contra el terrorismo, que respete todas las religiones y etnias… Buscaremos una transición suave y pacífica, redactando una nueva constitución que lleve al país a unas elecciones parlamentarias y legislativas libres y justas, así como a elecciones presidenciales… Habrá una conferencia pacífica de gobierno de acuerdo con las elecciones, bajo la observación de las organizaciones internacionales.”
Todas las palabras vacías del discurso de Obama en Chile, aprendidas en una noche de insomnio, con entrenadores de la inteligencia occidental. Todo lo que occidente quiere escuchar, resumido en cien palabras, una detrás de otra, toda la doctrina de "democracia restringida",  que justamente ahora prueba su pacifismo y su respeto a las otras culturas y naciones, invadiendo una vez más.

¡Democracy NOw!

Después de aquella señal de los golpistas vino la andanada de bombardeos mediáticos de ablandamiento que a la larga, difamando, satanizando tanto a partir de hechos reales magnificados con lentes deformantes, como de hechos ficticios aglutinados en una masa de metralla sicológica, difundiendo truculentas noticias que casi simultáneamente probaron ser fraudulentas, bombardearon con información canalla a la población civil del mundo entero. El arsenal mediático incluyó joyas ya probadas previamente en la campaña de las falsas armas de destrucción masiva falsamente atribuidas a Sadam Hussein, tan valiosas que sirvieron entonces como el argumento clave utilizado por USA y sus socios para lograr la resolución-ONU que, como sabemos, inicializa las invasiones, sentencia los genocidios tal y como han acaecido en Irak y en Afganistán, probados hasta el cansancio, aunque los medios se desentiendan de los números terroríficos. Los misiles mediáticos de este nuevo bombardeo incluían otra clase muy efectiva probada en la primera guerra del Golfo. En realidad estos misiles en cuestión, ya fueron utilizados por los nazis pero en esta nueva oportunidad y con el uso las nuevas tecnologías el artilugio, o sopa, fue servido simultáneamente a millones y millones de mesas con el reportaje de una enfermera de Kuwait que contó traumatizada cómo llegaron soldados iraquíes a la sala de los recién nacidos al hospital donde ella trabajaba y después de sacar a los bebés de las incubadoras, los estrellaron contra el suelo. Esta tremenda imagen de brutalidad, como no tardó en probarse aunque esta prueba fuera ya estéril, había sido filmada utilizando como protagonista del falso testimonio, a la hija del embajador de Kuwait en USA. El mismo arsenal de la guerra tóxica de la información ha sido utilizado ahora otra vez en esta nueva campaña montada a partir de la mencionada señal de coordinación lanzada  por los golpistas en Libia. Desde el mismo minuto en que se emitió esa señal han machacado día y noche a la población civil con andanadas truculentas de imágenes de tumbas masivas a cielo abierto con víctimas de los ataques contra la población civil, atribuidos a Gaddafi, rumores insistentes que aseguraron que Gaddafi contaba con armas químicas que pensaba arrojar al Mediterráneo, el bombazo trasmitido por la CNN mostrando a una aterrorizada ciudadana de Tripoli que exclamaba ¡ahora vienen los mercenarios de Gaddafi a masacrarnos! Dicen incluso por ahí que Gaddafi ha matado 80 mil personas, y que no se ven imágenes porque "han encargado a los mercenarios del dictador esconder los cadáveres". Todo este conjunto, bombardeado a diario sobre una población civil mundial indefensa y atemorizada, ha probado ser una secuencia de mentiras planeadas, desmentidas en pequeños párrafos invisibles cuando ha sido demasiado evidente el fraude. Fábricas de información fraudulenta han producido en serie, a ritmo de economía de guerra, millones de misiles teledirigidos que han caído y caen en racimos creando cráteres cada vez más profundos en la opinión pública.

Democracy NOw y el trío de Río

La vida es ahora una caja iluminada que se llama democracia NOw: el escenario terminal de la lucha a muerte de los gladiadores que llenan nuestros días y nuestras noches.
Robustos y cínicos, estos nuevos protagonistas, oxigenan la vieja escena del crimen. Es una caja emocional, pero es una caja cerrada: después de los azotes de las guerras, las crisis, las conquistas, las pérdidas de derechos, la caja seguirá cerrada, las listas de Forbes seguirán cerradas, los balances de las multinacionales seguirán cerrados. Asistimos conmovidos a cambios de mano de países enteros, derrumbes, amenazas con extensión de cobertura universal, más allá del terrorismo ya, más allá de los estados amenazantes ya: la libertad de risa se expande a todos los terrenos.
La patética intervención de Cachorro Blair, la parodia de discusión democrática entre unos y peores en la Cámara de los Comunes, o peor aún, la evidencia de la alineación guerrera en España, la parodia de estadista comprometido con los derechos humanos que protagonizan a los codazos, la parodia de un nuevo escenario para la misma caja boba donde estos guerreros armados juegan con acciones y movimientos masivos de capitales al estilo de los brokers. Son países enteros siguiendo a líderes buitres. Subidos a su cresta, a tsunamis mentales de escala geopolítica y planetaria, evidencian distorsiones perceptivas, muestran pérdidas de todo contacto con la realidad.

La precipitación de ésta o de futuras decisiones que han llevado o llevarán  a los protagonistas a romper las maneras más elementales de sus democracias espúreas está explicada por las leyes básicas que rigen  esta caja cerrada de las competiciones entre los más fuertes, a las que se llama democracias occidentales: la especulación y el lucro rápido, el manotazo de rapiña, la ley impuesta por los poseedores de los activos para los que es ley vital jugar siempre agresivamente, el concepto de una guerra de competencia eterna, global, universal, perdidas la percepción de las consecuencias a mediano y largo plazo de sus movimientos de conquista, como declaran después todos los brokers enloquecidos.

Los aliados, la coalición, o como se llame a este conjunto de hirvientes demócratas que están transfiriendo a sus pueblos los daños colaterales de la acción de los especuladores nacionales y foráneos que actúan en cada uno de estos países, cuenta entre sus filas a ya notorios miembros apaleados por el resto, como Grecia, o a futuros apaleados en lista de espera, como Italia y España.  Estos últimos países mientras siguen sonámbulos a los tambores de guerra, aumentan el gasto público con inversiones de conquista y aventuras de guerra propias de fondos buitres mientras al mismo tiempo restringen todos los derechos de la población argumentando por lo tanto, maliciosamente, fraudulentamente, que no hay presupuesto que aguante tanto gasto social. Estas democracias okupadas por la especulación caminan tambaleando, con equilibrio inestable, tras un botín de guerra prometido, o al menos, para escapar de las consecuencias que una falta de euforia guerrera podría traerles aparejada, por parte del Amo Transatlántico.

sábado, 19 de marzo de 2011

Obama: ¡go home!

                                                   "Democracy is coming (from) de Iu Es Ei (USA)"
                        (parafraseando a Leonard Cohen, fondo marcha guerrera)

Cuando se hagan públicas las filtraciones que ojalá alguna vez el futuro nos depare,  tal vez sepamos qué pasó realmente en estos días para que finalmente Rusia y China, no solo no utilizaran  su derecho al veto para frenar este último anatema o resolución de la ONU, sino que, junto a Alemania, Brasil e India, en vez de  votar en contra por lo menos, como era su derecho, se abstuvieran.
He leído por ahí que algunos califican de hipócritas a estos países abstinentes. Entonces ¿qué quedaría para los otros, los que votaron a favor de esta ominosa e hipócrita declaración de guerra encubierta con motivos humanitarios?  ¿Que quedaría para ERC, Esquerda (???) de Cataluya que votó a favor de implicar a España en esta guerra de conquista?
Pero volviendo a algo más importante, y mientras permanecemos esperanzados de que algún nuevo mártir destinado al escarnio en una cárcel de máxima seguridad en EEUU nos provea con informaciones que nos expliquen la sorpresiva actuación de Rusia y China, yo adelanto que para mi Rusia es un enigma, más grande que China. Con China puede que haya obrado a favor de su veto a ejercer su derecho al veto el ejemplo reciente, precisamente del secuestro de los activos económicos que Libia tenía distribuidos a lo ancho y a lo largo de la economía capitalista. Luego del fuego graneado contra Libia con acusaciones de alto calibre afirmando que ese gobierno ejercía violencia contra su población civil desarmada ( acusaciones que resultaron  hasta ahora abiertamente falsas, para variar ) los gobiernos occidentales bloquearon los fondos del gobierno de Gaddafi. Con ese argumento o garrote vil puesto sobre sus cabezas, los dirigentes chinos pueden haber temido consecuencias tan desbastadores como ésta para sus propios activos en dólares, en el caso de no satisfacer su comportamiento a los gobiernos occidentales, hambrientos, y endeudados como están con China.
Para recordar un poco lo que la apisonadora de información sepulta cada día en falsas tumbas a cielo abierto copio acá uno de los antecedentes más antiguos en este nuevo episodio de la remanida expresión "zona de exclusión aérea": “Esto es una masacre”, dijo por teléfono la frenética mujer libia a Anderson Cooper de la CNN mientras se agazapaba de miedo en su apartamento en Trípoli. (el testimonio resultó falso, como el caso de las tumbas en Trípoli) "Seguramente fue pura coincidencia que ese “Grito en la noche” desde Libia haya tenido eco, en la misma red, unas pocas noches después, en boca del arquitecto de la guerra de Iraq, ex presidente del Banco Mundial y criminal de guerra Paul Wolfowitz, quien pocos días antes de la dramática transmisión de Cooper (el autor de la falsa entrevista) pidió una “zona de exclusión aérea” sobre Libia impuesta por la OTAN. (de un artículo de Willian Norman Grigg, publicado al comienzo de esta escalada, y no suficientemente atendido por la izquierda).
Los guionistas que escriben el impactante relato en 3d de la vida diaria (a estas horas se anuncia el estreno del episodio de la guerra abierta en Libia), parece que conocen todos los trucos del culebrón, de la miniserie, o Gran Hermano, que vienen a ser lo mismo.
Ya dije que esto da asco. Pero después del asco vienen las arcadas: desde que Hillaridad hizo su tan triste aparición en aquel ya enterrado (apresurada y provisoriamente) tema de Egipto, rogando como rogó desde el principio paciencia eterna con Mubarak para luego, con su plan C, aparecer pidiendo apoyo a su frustrada momia resucitada, Suleiman, o como se llame aquel siniestro as que la secretaria se sacó de la manga inventando un cargo de vicepresidente, hasta entonces inexistente en Egipto, Hillaridad, pasó a un estratégico segundo plano. Después de sus continuados furcios o exabruptos en Egipto, se mandó a callar durante un par de semanas, en que todos disfrutábamos de su ausencia.  No sin antes, decir, ante el  Consejo de Derechos Humanos de la ONU que los EEUU pensaban decretar entre otras cosas,  una "zona de exclusión aérea" para Libia.  Y después se mandó a callar en público, mientras ponía al rojo vivo los teléfonos de sus "socios" de Europa y de las tiranías que le son adictas en el mundo árabe para arrinconarlos durante un par de semanas en que los que no participábamos en su cruzada secreta, disfrutamos de su ausencia, mientras los guionistas planeaban su reaparición áurea.  En el ínterín entraron en escena Cachorro Blair seguido por Luna Menguante Sarkozi quienes sacaron su carota amorrada ""en defensa del pueblo libio" y aconsejaron  prescribir al pestilente ex reciente amigo Gaddafi  una camionada de bombardeos cuatro o cinco veces al día hasta dejarlo, según solía amenazar en sus tiempos aquel otro Obama, aquel Bush que devino éste, con mandar a todo el que se le cruzara en el camino, a la mismísima edad de piedra.  Edad de piedra que  en realidad representan con más énfasis y convicción estos miembros conspicuos de la juventud hillariana (Sarkozi busca su apariencia más jovial)  que hace una semana entraron en escena con una valentía sobreactuada.  Fue para bajarle el dedo a "este" tirano desvalorizado, cuando por un lado no solo está probado que no tiene armas de destrucción masiva, - lo que fue un requisito ineludible que los buenos modales occidentales exigían hasta ahora para tirarles bombas a los tiranos que no les son afectos-, cuando por otro lado Gaddafi no planeaba actos terroristas contra occidente como hubiera sido excusa exclusiva, casi exclusiva, hasta hace solo unas semanas si se querían iniciar nuevas guerras y ejecutar excomuniones con una bula papal antiterrorista.   Luego de aquella desaparición de escena de Hillary, que resultó ser un truco de los guionistas, se hizo evidente un movimiento de pinzas bastante bien ejecutado, si se descarta que contaban con la verosimilitud aportada por todos los medios de comunicación que ayudaron a pasar el efecto. Fue así: mientras parecía que Hillaridad se oponía a una escalada, cuando incluso su secretario de Guerra afirmaba que no era el momento de abrir un nuevo frente de guerra para EEUU, llegaron al primer plano Cachorro Blair y Alain (Qué)Tupé el French de la mano de todos los medios, a coro, sincronizados, coreografiados diciendo que estos eran los únicos fieros defensores del "establecimiento de una zona de  exclusión aérea", a la que se oponía EEUU: La antigua "zona de exclusión aérea o la nueva resolución 1973 de la NULA-ONU son solo eufemismos que, recordemos, en el diccionario de Eupócrita significa adobar  previamente con bombardeos bien especiados y luego llevar a horno a fuego máximo hasta el punto de cocción de una guerra generalizada, como probablemente ocurrirá, o está ocurriendo ya. Porque el argumento avanza inexorablemente hacia su bien planeado desenlace.
Fué un movimiento de pinzas ejecutado por Obama y Clinton, desde un propicio segundo plano, simulando al principio su oposición a la opción guerrera, con el concierto doblegado de cachorro Blair y Sarkozi, pariendo un nuevo anatema-resolución-declaración de guerra desde la también doblegada, una vez más, NULA-ONU. Un movimiento planeado tempranamente, aprovechando  el calor de Túnez y Egipto, para leudar la masa de un alzamiento en Libia, con posterior intervención y ocupación militar, primero al este, y a dividir y reinar.
Todo esto ocurre justamente la misma semana en que  Obama ha decidido prolongar ad eternum la estadía infernal a los detenidos sin juicio ni pruebas en su contra, en Guantánamo. Justamente cuando se hace evidente que Obama tendría que devolver su premio Nobel de la Paz y empezar a ser señalado como cómplice y continuador de Bush.
Cuando se vuelven a escuchar testimonios de que a Brad Manning, al que se acusa de ser el origen de las filtraciones que hizo públicas Wikileaks, se lo mantiene en una cárcel de máxima seguridad, en el interior de USA, en estados próximos a la tortura física, físicamente adentrados en la tortura sicológica.
Cuando se anuncian grandes manifestaciones en Brasil y Chile repudiando la visita del nuevo Bush: "Obama go home".
Cuando todo el concierto de los medios predominantes silencia todas estas coincidencias y tapona la publicación de una declaración del vicecanciller de Libia (emitida apenas conocerse la aprobación de esta nueva resolución siniestra de la ONU) que afirmó que su gobierno ha acatado la resolución de la ONU, que detuvieron toda acción militar, y lo que es más importante y asesino no publicar, que reclaman la presencia de observadores internacionales de la ONU, Alemania, Brasil o Turquía para que vayan a documentarse en el terreno, con toda garantía de libertad de movimiento,  de que no existe ninguna acción militar en curso de parte del ejército de Libia contra los rebeldes.
El silencio o taponamiento de una declaración como esta que, si se quisiera mínimamente evitar la guerra, podría abrir un camino creíble, comprobable, rápido y efectivo para lograr una resolución pacífica de la crisis en Libia, es una nueva prueba que se agrega a una larga lista ya existente que permitiría acusar a los medios predominantes de complicidad con una matanza planificada, para emprender otra ocupación colonial, en el siglo XXI, al mando del premio Nobel de la Paz, que ahora si está iniciando una guerra propia, además de continuar todas las que dijo que iba a terminar.
Ante este exhibicionismo de acciones intrépidas y decididas de parte de Obama en su campaña por la "democracia y los derechos humanos" uno podría decir que hay que tomarle la palabra para que la aplique a toda la gama de dictaduras que EEUU sustenta con disimulo y descaro al mismo tiempo.  La presidenta de Brasil le ha mandado a decir a Obama que no quieren más su "alianza para el progreso", que quieren ser tratados con seriedad.  Tambíen se podría agregar como en la broma, "no nos dé más de su democracia Obama, go home". Tomarle la palabra a Obama no tendría ningún sentido porque no se necesita a estas alturas ningún sofisticado detector de mentiras para saber que ya no se puede creer en ninguna de sus palabras.

lunes, 14 de marzo de 2011

Puesta en cámara y euforía sobreactuada para la intervención en Libia

Tenía en proceso ( a media edición) una serie sobre Paralelismos en Libia pero me paré en seco cuando vi, (¡y fué en Telesur por primera vez!), grandes manifestaciones populares anti gubernamentales en Bengazi. Me proponía hasta ese momento analizar en la siguiente entrega lo que para mi mostraba toda esa profusión de fotografías publicadas por los medios occidentales sobre la rebelión en Libia. En todo ese despliegue multicolor de imágenes veía hasta ese momento, repetidamente, hasta el cansancio esto: grupos de hombres jóvenes en medio de un desierto que exhiben cada uno frente a las cámaras cargas desproporcionadas de ametralladoras, obuses y municiones que se pueden anticipar por lo tanto estériles para una previsible lucha real. Grandes, desproporcionadas cantidades de armas que ninguno de los medios se pregunta de dónde salieron y cómo aparecieron alli.
Era evidente en esos casos una puesta en cámara y una euforía sobreactuada con disparos de cañones hacia horizontes vacíos, o de descargas de ametralladoras contra el aire lo que sin embargo no fue para nada necesario en las anteriores "rebeliones en el Mundo Árabe", como en los casos de Egipto y Túnez.
Y de repente, como dije,  en un reportaje de un enviado de Telesur vi una verdadera multitud detrás del reportero en una manifestación anti Gaddafi. Ese reportaje cortó de golpe mi argumentación previa y me evidenció que en Libia, contra todo lo mostrado hasta entonces por los medios occidentales, junto a las omnipresentes imágenes de pequeños grupos vociferando y guapeando con sus ristras de armas, también había una movilización popular masiva, en este caso contra Gaddafi.
Y ahora es Telesur, que fue donde vi por primera vez imágenes de una manifestación tan grande  contra Gaddafi,  el blanco de varios artículos centrados en críticas a ese medio informativo venezolano por cubrir, dicen, de forma sesgada y pro Gaddafi la guerra civil en ciernes que se montó en Libia.
Vuelven a ser evidentes, como sucedió anteriormente en el caso de Wikileaks, una amplia gama de opiniones, algunas de las cuales llegan incluso a sugerir la validez ética e incluso la obligación, desde la izquierda, de una intervención extranjera contra la tiranía en Libia.
Así como se pusieron en un primer momento bajo extrema sospecha a las filtraciones de Wikileaks, cuando sin embargo todo decía que estaba revelando secretos más que incómodos e irreversibles para el Imperio ahora, en el caso de Libia, ha salido a la luz un torbellino de artículos y manifiestos que buscan acallar a los que se oponen fuertemente a una invasión extranjera a Libia.  El rechazo a una intervención de la OTAN tan presta a democratizar, solo cuando se trata de este dictador en particular,  o de el eufemismo disparador de una invasión a la que se llama zona de exclusión aérea para Libia (zona de exclusividad para que los bombarderos de la OTAN puedan arrojar toda su carga libremente y luego ocupar el país) es una de las acciones básicas, instintivas y racionales en defensa de derechos del pueblo libio, de sus posibilidades de proyección y emancipación.
Ninguna democratización surgirá como resultado de una futura e inminente nueva colonia. No existe posibilidad de concebir una auténtica rebelión popular liberadora que acoja paralelamente al turbio camino de la intervención "democratizadora" extranjera encabezada por la OTAN. Como ya lo han analizado repetidamente muchos comentaristas, el imperialismo busca con esta intervención asegurarse un mejor control del norte de África y el petróleo de ese país. Mucho más extraña es esta invasión "democratizadora" si se tiene en cuenta que la facción interna  libia que la demanda tiene entre sus protagonistas a los recientes ex ministros del Interior y de Justicia del gobierno de Gaddafi, que ahora están entre los líderes del bando pro intervención de la OTAN entre la oposición en el interior del país.  Este camino neocolonial que fue profusamente planeado y preparado de antemano ya se ha desenmascarado suficientemente a partir de Yugoslavia, Irak, Afganistán y solo logrará dividir más a Libia, enquistar otra guerra civil y, al amparo de la división interna, iniciar y hacer permanente luego, una nueva intervención con ocupación militar del país, y sus pozos petroleros.  Nada liberador ni democrático quedará en pie o podrá edificarse sobre las bases militares de la OTAN que se harán cargo de la perdida soberanía de este país.  Será entonces como llegó a ser Irak, un país  donde después de todo, si el concepto de democracia europea u occidental no funciona, según las sensibles conciencias occidentales, la culpa fue de que se trataba, finalmente, de un país dominado por tribus primitivas.

(ya traduciré esto si nadie lo publica en español):
Don't Think, Recognize!
Sarkozy's Stupid Move on Libya
By PATRICK COCKBURN
There is something frivolous and absurd about France's sudden recognition of the Libyan rebel leadership in Benghazi as a sort of quasi-government. Presumably it’s intended to give the impression Nicolas Sarkozy has a grip on events, it is evidence he does not know what to do any more than other European leaders.
The recognition of unelected and self-appointed leaders in countries in which civil war is raging is a reminder, rather, of 19th century imperialism, when the British, for instance, would choose a leader in a country like Afghanistan who was most likely to be co-operative. There is usually a price to be paid for this.
Leaders backed by outside powers may obtain arms and money, but their local credibility is unlikely to be enhanced. In Libya, Gaddafi can more easily deride his opponents as foreign dupes. If recognition of the Benghazi junta is aimed at providing political cover for later military intervention it is again unlikely to convince anybody that Libyans are taking the decisions.
What makes France's move all the more surprising is that US intervention in Afghanistan and Iraq shows the devastating consequences of not having a credible local ally. The only thing known about the rebel leadership in Libya is that it is divided and ineffective. In Afghanistan the elevation of Hamid Karzai as leader in 2001, even when confirmed by election, left the US without a real partner. In Iraq in 2003 the US started its occupation by exercising power itself, but chose Iraqis as interlocutors who were without support. So far the Libyan crisis has exposed the low quality of European leadership in general, which is now confirmed by the French action. It is difficult to see what good it will do Libyans, except make them expect an intervention that may never come.

miércoles, 9 de marzo de 2011

LIBIA: Paralelismos (2) Ignota oposición en la que se exhiben más armas que gente

Las filtraciones que esperamos que el tiempo nos depare dirán cómo fue que al iniciarse las manifestaciones contra Gaddafi, repentinamente, se hayan pasado a las filas de la oposición, primero, nada menos que el último ministro de justicia de Libia, Mustafa Muhammad Abd-al-Jalil y, acto seguido, el ministro del interior de Libia, general del Ejército, Abdul Fatah Yunis, a los que siguieron otros militares y diplomáticos destinados en el extranjero, todos situados en un sector de la oposición que anunciaba hace unos días en wikipedia estar entre los más partidarios de una intervención extranjera en su país.

En cualquier otro contexto una clase semejante de alzamiento, surtida generosamente por una parte del ejército hasta ayer adicto, sería considerada un golpe de estado, y dado que por el momento no han logrado su objetivo, solo parecen confiar en el apoyo externo "de toda clase" para poder  desplazar a Gaddafi.  Lo que claramente está en las antípodas de lo que sucedió y sucede en Egipto y Túnez.
Pero intentos de golpe de estado de parte de militares nacionales, muchas veces digitados por intereses externos, han sido una constante en muchísimos países "en desarrollo", como España no hace muchos años, y se suceden desde comienzos del siglo XX por lo menos.

Es como si, perdonen la fantasiosa comparación, durante el mandato de Bush, el ministro del Interior del Reino de España se hubiera sublevado contra su rey, o más verosímilmente contra el jefe de su gobierno y al día siguiente la rebelión hubiera aparecido generosamente surtida con toda clase de armas, exhibiéndose en las plazas, incluso con cañones antiaéreos y algunos tanques y la asonada hubiera recibido el apoyo instantáneo a un hipotético recien constituído y anónimo nuevo consejo nacional interino apareciendo a partir de alli profusamente conectada con toda clase de gobiernos vecinos o lejanos, resentidos por la intempestiva orden de retorno de los soldados españoles desplegados hasta entonces en Irak tal cual había osado firmar el ya casi depuesto líder, contra el que por supuesto se empezaron a hacer continuos llamamientos a su derrocamiento por parte de la comunidad internacional que declaraba incluso en boca de toda clase de altos funcionarios internacionales estar dispuesta a entregar armas y "todo lo que fuera necesario" para asegurar el alejamiento de tan pernicioso jefe de gobierno, al que a partir de entonces denominaron tirano, solo por unos cuantos meses, hasta que mostró su lado obsecuente y todo esto terminó siendo, como dije, una fantasía.

El problema para los torrenciales ofrecimientos de ayuda de "toda clase" que están cayendo sobre la oposición en Libia es que parece que además de estos instantáneos opositores que hasta ayer eran el 2º al mando y los demás muy cercanos y altos funcionarios al todavía líder Líbio, hay muchas otras clases diferentes de enemigos de Gaddafi en este rejuntado, y parece que son más o menos irreconciliables entre si. 

Tanta pululación ideológica en el bando opositor  explica un poco el final caricaturesco del gesto heroico de los espías ingleses que querían llevar (¿"qué" querían llevar ya que fueron cogidos con un arsenal de bombas y sofisticadas armas de interferencia?) su aliento para entrar en contacto con líderes de la oposición no identificados, pero que fueron detenidos por otros miembros de la oposición ( no los que esperaban contactar, parece) que los detuvieron y luego los enviaron de vuelta con el mensaje de que la próxima vez que entraran, les pidieran permiso a ellos, y no a los otros, anónimos, embozados dentro de la pululación de toda clase de fuerzas oscuras, como debe ser seguramente el núcleo ígneo, confuso, precipitado, infiltrado, de la oposición dentro de la que no niego que haya fuerzas con sobradas y justas razones para rebelarse contra Gaddafi.

martes, 8 de marzo de 2011

LIBIA: Paralelismos (1) Táctica y Estrategia de los Medios

Lo que hoy están trasmitiendo los medios habría que ponerlo siempre en paralelo, para empezar, con lo que esos mismos medios dijeron sobre el mismo tema o temas colaterales hace un tiempo, lo que ya de por si evidenciaría mucho de la doble moral o doble discurso que ejercen, pero también habría que ponerlo en paralelo con lo que dirán aún o todavía, sin vergüenza, cuando la cortina de humo que han contribuído ahora a crear se haya disipado un poco, porque efectivamente los medios cuentan con que algo de la niebla que han dejado permanezca mientras ellos y sus socios atacan. Por eso hay que contrastar no solo todo lo que prueba un uso sistemático de la desinformación, que en otras palabras es un abuso masivo y global del poder de difamación. Hay que agregar a la lectura de la información que trasmiten actualmente los medios una lectura paralela que debería tener en cuenta de forma sistemática las futuras desmentidas que desde ya es preciso incluir como contexto cuando se leen las noticias de hoy o de ayer.  Sin embargo los medios y el poder nacional y/o trasnacional que instrumentaliza a los medios, cuentan sobradamente con que a pesar de todo, como dije más arriba, las cortinas de humo que van creando con éstas y parecidas, pasadas o futuras  campañas pre-guerra no se disiparán del todo, y que las nieblas persistirán facilitando los ataques, porque esa es su función y el rol que les han reservado en las guerras de división, saneamiento y conquista que planean. Los medios acá debe entenderse, como todos entienden, a los medios predominantes, deduciendo de forma simple qué intereses y poderes constituyen la base de este predominio.

Las imágenes iniciales con que machacaron estos medios en su campaña a favor de una ataque militar de U$A y sus aliados contra Libia, llamado eufemísticamente "zona de exclusión aérea",  mostraban un cementerio en Trípoli, con fosas abiertas que atribuyeron a las matanzas masivas de Gadaffi contra la población civil. Ahora que todo esto resultó falso no hay que dejar de anotar detalladamente este movimiento de desinformación planificada en la cuenta que deberíamos llevar de las mentiras de destrucción masiva que van acumulando los medios. Su pequeña rectificación posterior en la que reconocieron que esa atribución era completamente falsa y que lo que se veía en esas imágenes eran actividades habituales en un cementerio, como hizo El País, antes que desandar honestamente el camino de la desinformación, confirma su estrategia. Que después de la desmentida atribuyeran la responsabilidad de la falsa noticia a una fuente que antes citaron sin contrastar y sin iniciar (¡hasta hoy!) investigaciones independientes sobre todo este tema "de las matanzas generalizadas de Gaddafi contra civiles desarmados" muestra su táctica. La estrategia es dejar instalada en la opinión pública la emoción prefabricada que era el objetivo de estas mentiras. Es una receta de guerra sicológica que se utiliza repetidamente y que se puede documentar detalladamente a partir de la Primera Guerra Mundial. Se desliza una campaña basada en mentiras y luego, cuando se hace notorio que las escandalosas informaciones lanzadas inicialmente son falsas, persisten sin embargo con el tema de la campaña sin sustituir esas evidencias falsas con otras más verdaderas. Y no es porque a esta clase de grandes medios les falten recursos para iniciar una verdadera investigación independiente. Por lo tanto en este terreno también es útil aplicar sistemáticamente la puesta en el debido "contexto" a las sucesivas canalladas mediáticas que se calcan de guerra en guerra.
Todo esto lo demostró con sobrada pericia Willian Norman Grigg  en su artículo La pornografía de la atrocidad del partido de la guerra o La CIA y la ventriloquia mediática publicado en la revista digital Rebelión, hace unos días, y acá transcribo un extenso fragmento de su artículo:

“Esto es una masacre”, dijo por teléfono la frenética mujer libia a Anderson Cooper periodista de la CNN mientras se agazapaba de miedo en su apartamento en Trípoli. (,,,) Seguramente fue pura coincidencia que ese “Grito en la noche” desde Libia haya tenido eco, en la misma red, unas pocas noches después, en boca del arquitecto de la guerra de Iraq, ex presidente del Banco Mundial y criminal de guerra Paul Wolfowitz, quien pocos días antes de la dramática transmisión de Cooper pidió una “zona de exclusión aérea” sobre Libia impuesta por la OTAN.
Con base en la experiencia previa de campañas mediáticas a favor de la conquista humanitaria, el "incurable cinismo" de Grigg, como irónicamente se caracteriza a si mismo, lo lleva a oír en el 'Grito en la Noche' de esta nueva chica, "un ligero pero inconfundible eco de aquel otro testimonio de 'Nayirah', la muchacha kuwaití de ojos abiertos quien, utilizando un nombre supuesto para 'proteger a su familia', describió (…)  horrores que los ojos humanos no deberían presenciar. La joven enfermera voluntaria de 15 años, precozmente madura, relató en la Reunión de Derechos Humanos del Congreso de EE.UU. cómo soldados iraquíes penetraron en el hospital al-Addan, arrancaron a los recién nacidos de las incubadoras y los lanzaron al suelo.
Poco tiempo después este testimonio fue 'confirmado' por otros que presentaron un testimonio igualmente angustiado ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Durante los tres meses de preparación para el ataque de enero de 1991 contra Bagdad, la imagen de los "bebés de las incubadoras kuwatíes" fue interminablemente reciclada como tema de discusión en entrevistas en los medios, discursos presidenciales, y debates en el Congreso y en la ONU.

"Ese relato de atrocidades fue particularmente efectivo en la superación del escepticismo de gente que apoyaba un punto de vista progresista".

"Lástima que nunca haya sucedido", termina Willian Norman Grigg su relato, como en un tango.
Y luego aclara cómo fueron las cosas: Nayirah como llamaron a esta chica "no era una ingenua traumatizada que presenció un acto de barbarie, (…) se trataba en realidad de la hija de Saud Nasi al-Sabah, embajador de Kuwait en EE.UU. (y miembro de la familia real del emirato). Su guión había sido escrito por la firma de relaciones públicas de Washington Hill & Knowlton, que –bajo la supervisión del ex jefe de gabinete del gobierno de Bush, Craig Fuller, había preparado una campaña para crear apoyo público a la inminente guerra".
"He descrito agitación y propaganda de esta variedad como “pornografía de la atrocidad”. (…) El truco es provocar que toda la audiencia tiemble de horror ante un espectáculo de depravación infrahumana, palpitando con un deseo visceral de venganza, y extática de fariseísmo por la pureza de sus motivos humanos. La gente que sucumbe a él es fácilmente sumergida en una mente colectiva de odio sancionado oficialmente, y está dispuesta a perpetrar crímenes aún más horrendos que los que cree que caracterizan al enemigo".
Grigg cierra citando a una colega periodista que ahora en marzo del 2011 frente a la nueva campaña de los medios para emprenderla con Libia dice de sus compañeros periodistas:
Después de “no aprender nada de los horrores que vitorearon como porreros adolescentes excitados durante los últimos 15 años, esos bombarderos bohemios, esos tenientes infantiloides, esos imperialistas del iPad están de vuelta”, suspira Brendan O’Neill, con un disgusto cansado, en el Telegraph de Londres. “Esta vez quieren que se invada Libia”.
"Esta vez, se supone que creeremos –o que por lo menos fingiremos que creemos– que los relatos de atrocidades son verídicos, que la acción militar santificada por la “comunidad internacional” es una obligación moral, que la sed de guerra y el odio son virtuosos, y que el inminente derramamiento de sangre será un torrente purificador". 
Hasta acá la extensa transcripción de párrafos de este artículo de Willian Norman Grigg, al que yo por lo menos voy a volver a leer, cuando publique.

Mañana continuará esta serie de paralelismos en torno a Libia con la publicación de la parte 2

martes, 1 de marzo de 2011

ONU: un guión repetido: la exclusión del espacio aéreo a la negociación

Está cantado que tras una resolución dura en el consejo de seguridad viene el arrepentimiento de Rusia y China: salen urgentemente a desmentir que el alcance de esas palabras sancionadoras sirva a sus socios de EEUU e Inglaterra & others para iniciar, al día siguiente, una guerra.  Este guión tan repetido ya que no debiera sorprendernos pero nos sorprende, se inicia siempre unos días antes de la votación con un tenso tire y afloje que finaliza justo antes de votar cada una de las respectivas resoluciones señaladas, cuando parece que EEUU cede ante Rusia y China, y modera las exigencias y las libertades que piensan tomarse  con el país sobre el que recae el veredicto.  Concretamente en este caso, Obama pareció que cedía y concedía en anular que la ayuda alimentaria planeada pudiera hacerse llegar a Libia, "por cualquier medio".  La alarma de prudencia que se encendió en algún momento frente a los objetores al uso de este comodín de "por cualquier medio" en la baraja que se jugaba, no volvió a brillar, parece, para estos y otros miembros del Consejo de Seguridad cuando acompañaron la aprobación del resto de esta resolución de sanciones a Libia. Tal vez ya haya que extrañar a Lula. Solo un día después, con la mano de cartas completamente desplegada la Clinton mostró el juego:  "vamos por la exclusión del espacio aéreo de Libia". Este eufemismo tan habitual en el lenguaje preguerra, según aclaró hoy un militar norteamericano desplegado en el área , quiere decir ataques contra radares y bases antimisiles en Libia  y preludia, como en tantas otras ocasiones en años recientes, más recios ataques aéreos enemigos. Porque la "exclusión aérea" presupone que los que piensan atacar se conceden la exclusividad del espacio para volar en el país señalado, para llenarlo a continuación de aviones repletos de bombas. El ministro de Relaciones Exteriores ruso salió a advertir tardíamente que en su reunión de ayer con la Secretaria de Estado Clinton, el tema de la exclusión del espacio aéreo en Libia no se había tocado, para nada. Pero eso no importa ahora, porque con la resolución aprobada los duros entre los occidentales, continúan con el paso 2. Estos ataques preplaneados y todo este despliegue diplomático humanitario preliminar van contra un tirano, si y solo si,  esta clase de tirano en particular no cede y deja el espacio abierto a la invasión y la rapiña del petróleo.