La otra cuestión que he seguido es el tema de los ciclos económicos, con sus ascensos y crisis cíclicas, y su relación con las guerras. En su momento fue la guerra en Yugoslavia, luego la guerra de Irak y ahora nuevamente en Libia, y esto tiene que ver directamente con el desarrollo de los ciclos económicos donde la guerra aparece como salida a la crisis de dichos ciclos.
–En esa línea, piensa la guerra un como momento en el que se intensifica la acumulación capitalista...
–Sí, pero es interesante ver las diversas formas en que se da esa acumulación. Por un lado, está la acumulación por desposesión, que es una de las cosas que consigue la guerra de modo evidente: tú ves que llegan, se llevan el petróleo y ya. Otra es la acumulación por destrucción de capitales, que se da en el momento mismo de crisis: cuando una empresa quiebra, las máquinas siguen existiendo ahí, pero ya no como capital, son ahora máquinas desarmadas que ya nadie usa, ya no son capital desde el momento que dejan de producir utilidad y pierden su valor económico. Los empresarios que logran sobrevivir a la crisis se benefician de esa gran destrucción, y se convierten en monopolios o se apoderan del mercado de los que quebraron. O incluso compran baratísimas las máquinas que fueron abandonadas, se apoderan de lo que queda por destrucción de capital. Hay también acumulación por captura de mercados, tanto por la competencia como porque a partir de la guerra se pueden abrir mercados para vender ciertos productos. Finalmente, hay acumulación por explotación de la mano de obra, de los trabajadores desplazados por el conflicto bélico, que se convierten en migrantes ilegales superbaratos que pasan a ser parte del ejército de reserva de mano de obra del capital mundial.
–Todo este proceso se dio varias veces sólo en la última década... –Si vemos la guerra de Irak, tenemos todas las formas de acumulación, porque primero destruyeron el capital de Irak, luego se apropiaron de su mercado, tomaron el petróleo y además movieron el mercado de productos de guerra. Fue un negocio completo que sirvió para salir de la crisis de 2001-2002. Luego de la guerra, en 2003, llegó otro nuevo auge de la acumulación capitalista hasta 2008, cuando otra vez EE.UU. entró en crisis, y comienza financiar a los bancos, devalúa el dólar, comienza la guerra de las monedas, pero entonces Europa entra en la crisis, Grecia, Irlanda, Portugal, España. Hasta Inglaterra tiene una deuda enorme. Entonces, ¿cuál es la salida? Otra vez lo mismo: la guerra.
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